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El PS portugués lanza a Eduardo Ferro como sucesor de Guterres

El nuevo líder pertenece al ala izquierda del partido

Apoyado por el aparato del Partido Socialista (PS), el virtual sucesor de António Guterres, el ministro de Obras Públicas y Equipamientos, Eduardo Ferro Rodrigues, de 52 años, prometió ayer una renovación del PS y reclamó mayoría absoluta en las próximas elecciones anticipadas. Considerado como uno de los dirigentes del ala izquierdista, Ferro reconoce la grave situación económica y defiende la mejora de la competitividad sin quebrar la cohesión social.

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Tras la renuncia por razones familiares del ministro de Asuntos Exteriores, Jaime Gama, el candidato oficial a la sucesión de Guterres y, consiguientemente, a disputar el cargo de primer ministro en las próximas elecciones, Eduardo Ferro Rodrigues, prometió 'una actitud responsable y seria frente a la difícil situación económica del país, una movilización socialista en momentos de enorme exigencia y la unión de equipos' para hacer frente al resurgimiento de la derecha, apartada del poder desde la década cavaquista (1985-1995) en las próximas elecciones, que serán fijadas con toda probabilidad para el próximo mes de marzo.

La dirección socialista anunció ayer que la elección del candidato Ferro será decidida por votación de las bases del partido a mediados de enero y a finales de ese mes el sucesor anunciará su nuevo programa electoral.

Ferro Rodrigues rechazó la posibilidad de una alianza electoral con los comunistas portugueses 'si no cambian su visión de Europa y de la economía', y defendió una 'izquierda democrática moderna empeñada plenamente en la integración europea y en el binomio competitividad-cohesión, lo que constituye un patrimonio histórico del socialismo democrático'. El candidato reclamó asimismo a los portugueses una mayoría absoluta en las próximas elecciones, hecho que no fue conseguido en las anteriores legislativas de 1999 (a falta de un solo diputado) porque 'no fue pedida claramente' por Guterres.

Considerado como un destacado miembro del ala sampaista del PS y fundador, junto al actual presidente de la república, del denominado Movimiento de Izquierda Socialista (MES) en 1974, Ferro Rodrigues aprobó durante su paso por el Ministerio de Trabajo y Solidaridad Social el rendimiento mínimo garantizado, una especie de salario mínimo para las familias más desprotegidas, lo que le ha valido a lo largo de los últimos años ser uno de los ministros más populares del Gabinete socialista. Procedente de una familia de tradición liberal, luchador antifascista durante su etapa universitaria y encarcelado por la policía política de la dictadura salazarista (la PIDE), Ferro Rodrigues, licenciado en Economía, casado y con tres hijos, es un ferviente hincha del Sporting de Lisboa y aún vive en un semisótano de 80 metros cuadrados en el barrio de Lapa.

A pesar de su excelente imagen pública, Ferro Rodrigues deberá hacer frente a la complicada herencia de Guterres: una derecha en alza y una grave situación económica. La mayoría de los analistas políticos coinciden en el diagnóstico: la modernidad superficial no ha tapado el déficit estructural. La mayoría de las grandes reformas que necesita el país (sanidad, justicia, impuestos o educación) se encuentran aplazadas, las previsiones de crecimiento se han reducido progresivamente y la inflación ha pasado del 2,7% previsto a principios de este año al 4,4% estimado ahora. Los ingresos obtenidos por las privatizaciones y los fondos comunitarios no han redundado en una aparente mejora de las infraestructuras y las comunicaciones, y, además, la dimisión de Guterres ha paralizado, al menos temporalmente, la resolución de los problemas en la televisión pública, las líneas aéreas (TAP), el Euro 2004, o el proyecto del tren de alta velocidad.

Eduardo Ferro Rodrigues abraza a António Guterres durante la presentación de su candidatura al liderazgo socialista.
Eduardo Ferro Rodrigues abraza a António Guterres durante la presentación de su candidatura al liderazgo socialista.EPA

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