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Almería contará en un año con una planta de escombros

El Ayuntamiento de Almería quiere poner orden a la recogida y almacenamiento de escombros y materiales de derribo de los que la ciudad se deshace a su libre albedrío. Tras el cierre en agosto del vertedero existente en Viator, ya saturado, el Consistorio se ha visto obligado a utilizar el vertedero de las basuras como depósito de escombros.

Esta situación no se prolongará en exceso, ya que el equipo de gobierno abrirá el próximo diciembre un concurso para la construcción y explotación de una nueva planta para estos residuos. La empresa adjudicataria, que deberá aportar el terreno, la explotará durante 25 años.

En la actualidad existen modos diferentes, utilizados por promotores y constructores, para deshacerse de los materiales de obra y escombros que se generan a un ritmo de dos o tres kilos por habitante y día, según cálculos de técnicos municipales.

Muchos empresarios optan por almacenar estos residuos en terrenos propios, en lugar de descargar en el vertedero de basura de la ciudad. También hay quien, de manera clandestina, utiliza la desembocadura del río Andarax como lugar de almacenaje.

'El interés del Ayuntamiento, al hacer la nueva planta, no será el de ganar dinero. Se trata de que todo el mundo vaya a la nueva planta y que ésta tenga una buena tarifa asequible para los ciudadanos', explicó el concejal de Obras Públicas, Juan Carlos Pérez Navas.

Vertido obligatorio

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En este sentido, el equipo de gobierno estudia establecer en la nueva normativa que se redacte una vez construido el recinto, el vertido obligatorio en la planta como requisito imprescindible para la obtención de las licencias municipales. 'Es algo fácil de controlar. Basta con pedir un resguardo de haber hecho el depósito antes de conceder cualquier licencia', apuntó el concejal.

El pliego de condiciones del concurso establece igualmente que la empresa adjudicataria ofrezca uno o dos puntos limpios de transferencia en la ciudad para escombros de pequeños usuarios.

El destino final de los desechos será el reconvertirlos en tierra para el relleno de laderas. El coste de la construcción, calculado en unos 300 millones de pesetas, así como los terrenos que se propongan, correrán a cuenta de las empresas interesadas. 'En el momento en que se tenga la planta funcionando se hará un barrido cero en la ciudad porque de lo que se trata es de mejorar también la imagen', anunció Pérez Navas.

La nueva normativa que se redacte prevé endurecer también las sanciones por almacenaje improcedente de los desechos, que oscilan actualmente entre las 50.000 y las 100.000 pesetas por faltas leves y entre un millón de pesetas y cinco millones por faltas graves.

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