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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Europa respalda, pero quiere objetivos claros

Solidaridad y cooperación con EE UU, sí, plena; pero Europa no quiere hablar de 'guerra'. Algunos europeos no sólo rehúyen este término, sino que además creen que ésa no es la forma más adecuada de enfocar una lucha contra el terrorismo internacional -término que engloba realidades muy diversas- y que promete ser larga y compleja, con múltiples enemigos. La Unión Europea reconoce a EE UU legitimidad para la respuesta, pero pide 'objetivos claros', contra los terroristas que atacaron las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono y los Estados que los apoyaron o cobijaron. No quiere palos de ciego y teme una acción militar en demasiados frentes; pero parece que Bush está midiendo su respuesta militar.

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La sesión extraordinaria del Consejo Europeo celebrada este fin de semana no ha llegado tan lejos como la OTAN, que, en virtud de la aplicación por primera vez en la historia de su artículo 5, consideró que el ataque contra EE UU lo era contra todos los miembros de la Alianza. Pero también la UE habla de 'ataque contra nuestras sociedades abiertas'.

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Sin embargo, de ahí a prestar apoyo militar activo hay un trecho. Los europeos aportan bases logísticas, cooperación en materia de espionaje e investigación policial, influencia diplomática. Ya han adoptado una serie de medidas conjuntas para mejorar la eficacia de la lucha antiterrorista. Sólo el Reino Unido, con Blair como gran aliado europeo de Bush, ha anunciado que actuará militarmente junto a EE UU de forma incondicional. Aznar no lo descarta. Y está por ver qué hace Francia, siempre crítica antes de toda acción militar, aunque cuando llega el momento participa.

Estados Unidos, que se sepa, no ha pedido apoyo militar directo. Prefiere actuar con sus propias fuerzas y sin las manos atadas por compromisos militares como los de la intervención aliada en la guerra del Golfo. Lo que sí busca es una coalición política que refuerce su posición y que le permita hacer uso de algunos territorios como el de Pakistán u otros en la zona, además de los de sus aliados clásicos y miembros de la OTAN como España, Italia y Turquía, cuyas bases son esenciales para desplegar tropas o lanzar operaciones de castigo en Asia central, Oriente Próximo y otras posibles zonas; pues hay indicios de que se prepara una acción más amplia que un ataque contra Bin Laden y los talibán en Afganistán.

Los europeos quieren contribuir también mediante un diálogo con los países árabes y musulmanes, incluido Pakistán. Es una tarea compleja, pero en la que Europa tiene algo que aportar. El Consejo Europeo ha sido tajante al rechazar toda equiparación de los grupos fanáticos con el islam, y, hacia dentro, ha subrayado la 'necesidad de combatir toda deriva nacionalista, racista y xenófoba'. Pero ha evitado sugerir algunas medidas al respecto.

Además, la UE propone una 'gran coalición contra el terrorismo dentro de la ONU' cuando en Washington aún no hay un pleno acuerdo sobre la estructura que debe tomar esta coalición. La lucha global contra toda forma de terrorismo implica hacer trabajar a servicios de espionaje que, demasiado a menudo, se reservan sus informaciones. Estados Unidos ha sido siempre reacio a compartir las obtenidas por sus agentes (o sus satélites), como se vio en la guerra de Kosovo. La tarea que se ha impuesto la Administración de Bush requiere, sin embargo, superar esos recelos.

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