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Placeres | GENTE
Columna
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LOS CÓCTELES

El Ángel de la Gastronomía desciende por las Ramblas feliz de ver cómo prospera su apostolado. A su lado va el fiel señor Patanegra, feliz de ver cómo el ángel lo eligió a él para ejercer su apostolado sobre el placer. Llegados a la primera bocacalle, el ángel tuerce a la derecha y se adentra en un bar de aspecto discreto llamado Boadas.

-Me va de perlas, porque tengo sed -el señor Patanegra se frota la garganta como si tuviera en ella un desierto-. Me voy a tomar una cerveza tan a gusto...

-No tengo nada en contra de la cerveza, siempre que su consumo sea moderado -dice el ángel pensando en la lucha contra el vicio-, pero te pido que consideres, Patanegra, que estás en uno de los bares más emblemáticos en la elaboración de cócteles. El Boadas es más que una coctelería, es un símbolo de Barcelona. Lo fundó Miquel Boadas, un hombre que había trabajado en el mítico Floridita de Cuba, en 1926. ¿Cómo puedes pedir una cerveza aquí?

Para apoyar sus palabras, el Ángel de la Gastronomía pide un bloody mary y una caipiriña. Mientras los preparan, el señor Patanegra echa un vistazo a los cuadros.

-Me parece bien que muestres inquietud por el arte -dice el ángel con retintín-, pero en un templo de los cócteles como éste deberías observar atentamente al barman. En los cócteles, aparte de en la bebida, el espectáculo está en la elaboración....

-Pero si esto son fanfarronadas -se lamenta el señor Patanegra-. Lo hacen sólo para distraer al cliente.

-Te equivocas una vez más, pequeño aprendiz del placer. La palabra cóctel es casi sinónimo de 'mezcla' y el proceso de elaboración depende de los líquidos que se mezclen. Por ejemplo, nunca hay que agitar los efervescentes o gaseosos. Hay otros cócteles que se sirven directamente en el vaso de modo que los líquidos no se mezclen entre sí; hay otros de capas de colores, que se consiguen con técnicas y utensilios especiales como el cocktail master...

-Veo que a veces usan la coctelera y a veces el vaso mezclador. ¿Por qué?

-La coctelera sirve para mezclar líquidos de elevada densidad, opacos. Es preciso agitarlos para que formen una mezcla homogénea. Otros utensilios que se utilizan detrás de la barra son coladores, exprimidores, cucharas largas, cortas, pinzas, rallador... La variedad de vasos tampoco es casual, ya que cada uno tiene una función especial e influye en el momento de la degustación.

-¿Y qué me dices de esos aderezos que te ponen al final: la sombrilla, el azúcar de colorines en el borde, la ramita de menta...?

-Es para que sea más bonito. Además de compensado, el cóctel debe ser agradable en su presentación.

El señor Patanegra, interesado en el tema, estudia la larga lista de cócteles de Boadas. Le llaman la atención nombres como Alexander, Ruso Blanco, Charles Chaplin, Drácula, Old Pal, Tequila Sunrise... Ya lanzado, se atreve a probar unos cuantos y después, con una sonrisa placentera, comenta:

-Están todos para ponerse a aplaudir, pero puestos a echarle imaginación se me ocurre que se podría hacer, por ejemplo, un mojito que haríamos con agua y que pondríamos en un sifón de soda... O una caipiriña que pondríamos en cubiteras alargadas y que comeríamos como un pequeño sandwich. Sería el cóctel sin vaso...

El ángel se santigua y le ruega:

-No sigas, querido Patanegra, que ya me hago una idea. Mañana, para que te bajen los humos, iremos a comer lo que suele llamarse fast food, o sea, ni más ni menos que comida rápida.

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