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Reportaje:LA PLAYA | Málaga y Enrique Brinkmann

Bañeros y tranvías

Los Baños del Carmen están entre los primeros recuerdos que tengo de las playas de Málaga. La primera experiencia fue con mi madre y con mi hermana. Entonces, cuando yo tenía entre seis y siete años, había una sección para que se bañasen las señoras y otra para los señores. Como yo era un niño e iba con mi madre, me tocaba ir a la parte de la playa de las señoras.

Para bañarse existían unas cuerdas en el agua para agarrarse y no ahogarse. Y recuerdo también a los bañeros, que eran personas que, como nos pasó a mi hermana y a mí alguna vez, bañaban a los niños cuando las madres no podían hacerlo. Estos bañeros eran personal de los baños. Al final de la temporada se les daba una propina, aunque imagino que tendrían un sueldo. Todas las playas de los Baños del Carmen, Pedregalejo y El Palo estaban llenas de piedras, lo cual era bastante incómodo.

Más adelante, cuando tenía unos 13 o 14 años, todos los días cogía el tranvía que iba del centro de Málaga a El Palo, donde vivía un amigo, y allí nos bañábamos. El tranvía, aunque tenía sus paradas, muchas veces se cogía en marcha y también se bajaba uno en marcha. Camino de la playa había gente que viajaba en los topes del tranvía y, cuando llegaba el revisor se bajaban para luego volver a subir. En las playas de El Palo había mucha casa de marengo y era muy bonito ver cómo sacaban el copo.

Con 16 o 17 años ya no iba tanto a El Palo, sino al paseo marítimo. Donde ahora está la playa de la Malagueta, cerca del faro, es a donde iba a bañarme. Pero no había nada de playa, solo rocas a las que nos subíamos.

Antes no había turismo, todo el mundo que iba a las playas era de la propia Málaga. Para bañarme tengo una alberca en mi casa de Churriana y, aunque soy de secano, si alguna vez me baño en el mar, lo hago en Torremolinos.

Ahora en las playas hay mucha gente, mucho tráfico para llegar hasta ellas y no están todo lo limpias que deberían estar. Cuando yo iba de joven, estaban mucho más limpias. Aunque también recuerdo que había unos tubos de desagüe que desembocaban en una de las playas de El Palo y teníamos que alejarnos bastante para evitar la suciedad que causaban.

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Enrique Brinkmann es pintor y nació en Málaga en 1938.

Los Baños del Carmen de Málaga, a principios del siglo XX.
Los Baños del Carmen de Málaga, a principios del siglo XX.

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