Política exterior
En política exterior vamos a por nota. Veamos algunos ejemplos del buen hacer de nuestro Gobierno: los colombianos, mosqueados por la exigencia de visado; los ecuatorianos se sienten vacilados por hacerles ir y venir para darles el permiso de residencia; los marroquíes no salen de su asombro ante las amenazas de nuestro inefable presidente del Gobierno; con Cuba, ni nos hablamos; con los palestinos, francamente mal desde que el responsable de nuestra política exterior les comparara con ETA; los argentinos, de uñas con nosotros por la política de una de nuestras empresas multinacionales, estatal hasta hace unos meses. En Europa, bien, gracias: los ingleses no nos toman en serio, como en el caso del Tireless; con los alemanes, a muerte por el asunto de los carros de combate Leopard y la venta de la empresa Santa Bárbara a la norteamericana General Dynamics, por no hablar de nuestra ineptitud y falta de tacto en lo referente a la ampliación de la Unión Europea; con los franceses tampoco estamos a partir un piñón, y el resto de los europeos tampoco entienden a qué jugamos. Eso sí, a los norteamericanos, lo que pidan, y además nos llevamos de maravilla con Putin, con Berlusconi, con Sharon y con Obiang. Vaya tela.
Cuánto echo de menos los tiempos en que en Europa se nos respetaba, nuestras relaciones con los países iberoamericanos eran razonables, nuestra política exterior tenía lógica, e incluso se celebraba en nuestro país alguna conferencia de paz.-
