El PSOE se 'libera' del PP en Euskadi y endurece su oposición

'Hace once meses, cuando fui elegido, dije que no teníamos prisa, pero hoy tenemos ya la necesidad de intensificar la tarea de construir y desarrollar con capacidad crítica la alternativa a la derecha'. Este anuncio del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, el viernes ante el poder del PSOE, el comité federal, fue acogido con alivio y abrió la espita para que saliera a la superficie la incomodidad con la que han vivido los socialistas de toda España la unidad de hecho con el PP de sus compañeros vascos durante casi tres meses.

Se acabó: 'El adversario aquí y en todas partes es el PP'. Este grito llegó a ser tan virulento en las decenas de intervenciones, en un debate a puerta cerrada, que Zapatero se vio en la necesidad de pedir moderación.

Los socialistas descargaron de toda culpa a sus compañeros vascos, les alentaron, les reconfortaron y les comprendieron y pasaron de inmediato a proclamar al PP, a José María Aznar y a su candidato, Jaime Mayor Oreja, como 'el gran derrotado' en las elecciones vascas, siempre después de Euskal Herritarrok.

'El PP ha instrumentalizado a las víctimas del terrorismo y Mayor Oreja era un mal candidato, al igual que ha sido el peor ministro del Interior de España', aseguran que dijo el socialista gallego Carlos Príncipe, con el ambiente ya caldeado contra los populares. 'El gran fracaso en el País Vasco ha sido el de Aznar con esa beligerancia contra el nacionalismo que se ha vuelto en contra y en la que continúa', se atribuye a la valenciana Ana Noguera. 'Felicidades al PSE por haber dado la cara y tratar de salir del discurso del PP identificando nacionalismo con terrorismo', apuntó el secretario general de los valencianos, Joan Ignasi Pla. 'El gran fracaso ha sido del PP por creer que se puede tratar la complejidad de España desde su sede de Madrid', dijo el portavoz de los senadores, Juan José Laborda. 'La retórica guerrera de españolismo rancio de Aznar se ha estrellado contra la realidad', opinó el presidente del PSC, Pasqual Maragall.

Tanta beligerancia contra el PP hizo temer a la ejecutiva federal que de ahí podían salir voces favorables a la ruptura del pacto antiterrorista. Pero no fue así. Tan sólo hubo una velada alusión del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a esa posibilidad, pero en el supuesto de que se creara otro ámbito de acuerdo entre todos los partidos. Ibarra y otros políticos afines al guerrismo siempre han visto con recelo este pacto ante la desconfianza que tienen del PP por la utilización que del mismo pueda hacer ahora y en el futuro. Pero el pacto salió reafirmado al entenderse que, a pesar de la confusión en esta campaña, no tiene que ver con unas elecciones sino que afecta a los dos partidos que pueden gobernar España y que les une contra ETA.

Los socialistas vascos apreciaron el gesto de sus compañeros de poner por encima de otras consideraciones la solidaridad y el reconocimiento por su trabajo con riesgo cierto para sus vidas. Nicolás Redondo y toda su ejecutiva defienden el pacto antiterrorista, pero se prepara para recuperar el 'proyecto autonomista y progresista' tradicional en el PSE. En el cuerpo intermedio de cargos electos se abre con fuerza la idea de que a medio plazo deben recuperar espacios de acuerdo con los nacionalistas.

La densidad del debate sobre el País Vasco no impidió que los socialistas de toda España volvieran a sus federaciones con la satisfacción de escuchar de Zapatero un discurso muy duro, siempre suave en las formas, contra el PP. 'Éste ha sido un año perdido para España, porque Aznar lo ha perdido en todos los terrenos'.