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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Pérez Royo y el Partido Andalucista

Una de las pocas cosas interesantes, lectivamente hablando, que me llevé de mis años como estudiante de Derecho en la Universidad de Sevilla fue asistir a las clases de Javier Pérez Royo, todo un dechado de elocuencia en el erial pedagógico de la Facultad. Fui uno de los claustrales que lo votó como Rector Magnífico, aunque después no estuve de acuerdo con muchos de los caminos que tomó aquel equipo de gobierno.

Como lector diario de EL PAÍS desde hace muchos años he seguido habitualmente los artículos de Javier Pérez Royo, ya que me parecen, en general, bastante acertados en el análisis de la realidad política de la sociedad española y andaluza. El pasado día 22 de abril leí un artículo suyo titulado 'Crisis terminal' en el que daba un repaso a la situación actual del Partido Andalucista, y con cuyo contenido estoy plenamente de acuerdo.

Durante años he pertenecido a este... ¿ partido? y he tenido que padecer hábitos dictatoriales indignos del estado democrático en el que habitamos; durante años he intentado colaborar en el cambio de las estructuras del ... ¿partido? para conseguir que fuera un instrumento útil a la sociedad andaluza.

En el último congreso asistí a una verdadera pantomima de democracia en el que incluso los autodenominados renovadores -léase Antonio Moreno y Julián Álvarez- eran de pega.

Después de este congreso comprendí, por fin, que en el Partido Andalucista es imposible jugar políticamente, entendí que es imposible mover al tótem Alejandro Rojas-Marcos y a sus consortes. ¿Por qué? Precisamente por lo que expone Pérez Royo en su columna, porque no es un partido sino una pandilla a los que les une solamente sus intereses particulares.

Entiendo que el sistema de partidos políticos tiene patologías, como pueden ser la corrupción, la endogamia y el clientelismo, pero estas enfermedades en el Partido Andalucista no son hechos aislados sino que es una situación crónica, y por supuesto auspiciada y encubierta por su dirección. Por eso el PA es un gran fraude electoral, puesto que bajo su manto andalucista sólo cubre un gran agujero que únicamente está relleno de mezquindades.

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Lo siento por sus electores que fiel y tenazmente lo apoyan una y otra vez para volver a caer en el desengaño, y más los siento por los cientos de militantes que de buena fe trabajan con el ansia de conseguir una Andalucía mejor y que sólo encuentran manipulación e incomprensión.

Por supuesto, ya abandoné ese... ¿partido?, aunque no he abandonado mi convencimiento de que una alternativa de izquierda andalucista es positiva para Andalucía y sus gentes. Enhorabuena por tu artículo Javier, porque has dado en el clavo.

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