_
_
_
_
_
'INFORME SEMANAL' | TVE-1
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Posturas de misioneros

El escándalo suscitado por el reconocimiento por parte del Vaticano -con nota oficial- de violaciones cometidas por 'sacerdotes o misioneros' en 23 países, especialmente en África, pero también en Europa y Norteamérica, exigía opiniones sobre el terreno. El reportaje Hablan los misioneros, de Vicente Romero, que emite hoy el espacio Informe semanal (21.35, TVE-1), permite oír a misioneros españoles en Etiopía (el cristianismo más antiguo de África, y donde el celibato no es obligatorio) expresarse sobre su vida sexual en las sociedades africanas.

Los testimonios dejan claro que el problema existe. Dejan claro que el tema del celibato es crucial en África, porque se trata de culturas que no entienden no sólo que un hombre esté sin mujer o una mujer sin hombre, sino sobre todo que una persona renuncie a tener hijos. Un experimentado misionero relaciona claramente la vida sexual y familiar con la plenitud como persona.

Un aspecto esencial que revelan los testimonios es el concepto de sexualidad en el que está inmerso el clero local: derecho de uso y abuso sobre las mujeres; y, en cuanto a ellas, la esperanza de protegerse en un convento del maltrato constante a que las sometería el hombre de turno.

El reportaje contextualiza perfectamente el ambiente en que viven y trabajan los misioneros: hambre, destrucción, carencias de todo tipo para desempeñar su labor. De la constatación de ese heroísmo callado y eficaz se desprende la credibilidad de lo que cuentan.

Lo más curioso es que, de los misioneros interrogados, quienes hablan sin pelos en la lengua son los más veteranos y experimentados, mientras que la nueva generación -como ocurre actualmente en tantas entidades- se muestra más evasiva y blandiblup.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_