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Méndez cree que la huelga general es necesaria, pero no la convocará sin CC OO

La mesa de pensiones es clave para las estrategias diferentes de UGT y Comisiones Obreras

El secretario de Estado de Seguridad Social, Gerardo Camps, anunció ayer que convocará para la próxima semana la mesa tripartita (entre Trabajo, los sindicatos y la patronal) de pensiones para abordar la última fase de las negociaciones, que podrían culminar 'en un mes o mes y medio'. Camps declaró ayer a Europa Press que las conversaciones con los agentes sociales se han desarrollado 'con buen tono y buen tino', dado que no existen posiciones 'equidistantes o insalvables'.

Tras el abrupto final que ha tenido la negociación sobre la reforma laboral, con la imposición unilateral del Gobierno, Camps aseguró que el ánimo del Ejecutivo es de 'prudencia y normalidad' en el diálogo pendiente, por lo que expresó su confianza en poder alcanzar un acuerdo en esa mesa de pensiones.

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La convocatoria de la reunión se produce después del emplazamiento que hizo CC OO tras su consejo del miércoles en el que decidió que ahora no procede convocar una huelga general, sino restaurar el diálogo. Su secretario general, José María Fidalgo, aseguró ayer que ahora 'toca' llegar a un acuerdo en Seguridad Social. 'Después, cuando se vea qué medidas quiere imponer [el Gobierno], si es que las quiere imponer, valoraremos qué respuesta sindical merece. Evidentemente, si son medidas duras responderemos duramente', añadió.

Por otras razones, el secretario general de UGT también piensa que esa mesa negociadora es importante, ya que se encuentra en un punto 'definitivo y decisivo', pues los sindicatos han entregado una propuesta por escrito y están pendientes de que el Ejecutivo les conteste. Cándido Méndez dijo ayer que 'el Gobierno ha introducido tal inseguridad por la ruptura de acuerdos que en este momento no se puede tener cualquier tipo de conversación'. Tal y como acordó el martes el consejo confederal de UGT, Cándido Méndez emplaza al presidente del Gobierno, José María Aznar, como firmante del anterior acuerdo de 1996, a que les convoque a una reunión urgente.

Compromiso de Aznar

'Si no es el propio presidente del Gobierno quien asume un compromiso sobre este trascendental asunto, no habrá certeza de que es una posición de todo el Gobierno', dice la resolución aprobada por el consejo de UGT.

La central quiere sobre todo ese compromiso del presidente Aznar para despejar si su intención es introducir un cambio en el cálculo de las futuras pensiones. Aunque no se ha presentado como propuesta firme, Trabajo ha insinuado que se debe ampliar a toda la vida laboral el periodo de cálculo para las prestaciones de jubilación, que ahora está en 13 años y debe aumentar progresivamente hasta los 15 años en 2003. Tanto para UGT como para CC OO, ese cambio daría al traste con la negociación.

También hay problemas en relación con la petición de los sindicatos para que se amplíe el derecho a la jubilación anticipada a partir de los 60 años, ahora limitado a quienes empezaron a cotizar antes de enero de 1967. Trabajo ha aceptado abrir esa posibilidad a colectivos de parados con especiales dificultades para reintegrarse a la vida laboral, pero no hay una propuesta firme, pese a que las centrales admiten que ello vaya dentro de la 'jubilación flexible', con incentivos a quienes quieran retrasar su retiro después de los 65 años de edad.

En otros puntos, hay una clara aproximación entre el Ministerio de Trabajo y las centrales que afecta a la separación de fuentes de financiación, la constitución del fondo de reserva y la mejora en las pensiones mínimas de jubilación y viudedad.

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