HANCOCK SE ENGANCHA A LA MÚSICA CUBANA
El pianista Herbie Hancock (ganador de ocho grammies) se ha enganchado al carro de la música cubana, y especialmente al de su colega Chucho Valdés (tres). Por segunda vez en tres meses, el genial jazzista norteamericano ha viajado a La Habana para tocar a cuatro manos con Chucho en un concierto memorable que tuvo como escenario el teatro Amadeo Roldán. El creador de piezas imprescindibles de jazz como Watermelon man se versionó a sí mismo en una noche mágica en la que Chucho estuvo también bordado. Ambos habían tocado juntos en el mismo teatro en diciembre pasado, durante la gala inaugural del Festival Internacional de Jazz de La Habana; la electricidad fue tanta que los dos pianistas decidieron repetir la experiencia aprovechando el Festival Caliente, que, organizado por el Instituto Cubano de la Música y la empresa suiza Sound Managers, se celebró esta semana en la capital cubana. Chucho tocó sólo el danzón Lindas cubanas, su balada Nanú y el son en do menor, de Carlos Fariñas. Hancock hizo lo propio con su Watermelon man y su no menos conocido Round midnight, para acabar juntos interpretando clásicos del jazz en dos pianos de cola. ¡Fabuloso! Herbie, que se ha declarado admirador incondicional de la música y de los músicos cubanos después de sus dos viajes a la isla Grande, no se quiso ir de La Habana sin ofrecer, el domingo, una descarga con percusionistas cubanos de primera línea.
