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El Partido Popular exige a CiU el derecho de veto a las decisiones del Gobierno de Pujol

Enric Company

El PP de Cataluña quiere que el Gobierno de Jordi Pujol le reconozca la condición de socio parlamentario exclusivo, y que este reconocimiento se traduzca en una influencia visible a los ojos del electorado; en la práctica, en un derecho de veto. Los dirigentes del PP catalán aseguraban ayer que si Pujol no atiende a esta pretensión de los conservadores, se mantendrá y aumentará la inestabilidad parlamentaria iniciada el jueves con la derrota de dos importantes iniciativas del Gobierno de Pujol.

Los conservadores llevan varios meses a la espera de que CiU atienda su reclamación de establecer lo que denominan como 'un nuevo marco de relaciones'. Quieren que, a cambio de la estabilidad parlamentaria que los 12 diputados del PP garantizan al Gobierno de CiU, éste renuncie a la política de 'mayorías variables' que ha practicado desde el inicio de esta legislatura.

El objetivo perseguido al dejar en minoría al Gobierno de Pujol en dos controvertidas propuestas, un mapa eólico para las comarcas catalanas del Ebro y la instalación de una central eléctrica en Móra la Nova, no era sólo una venganza por el rechazo de CiU al proyecto de Plan Hidrológico Nacional. Era también un ultimátum para que los nacionalistas satisfagan su exigencia de convertirse en socio parlamentario exclusivo.

'O sometido o inestable'

Lo que los conservadores presentan como una contrapartida lógica a su peso parlamentario, los demás partidos catalanes lo juzgaban ayer como una ecuación imposible. Pujol no quiere formalizar un pacto con el PP, y los miembros de CiU no dejan de proclamarlo. El líder de la oposición socialista, Pasqual Maragall, explicó que la mayoría parlamentaria 'está enferma' y ahora el presidente Pujol tiene que explicar 'cómo va a conseguir llegar hasta el final de la legislatura'.

Quien verbalizó de forma más sencilla y clara lo que la oposición piensa acerca de la situación política catalana fue el líder ecosocialista, Joan Saura, presidente de Iniciativa-Verds. CiU tiene ahora dos alternativas, explicó: 'O formar un Gobierno sometido al PP o formar un Gobierno inestable'.

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La reacción de los nacionalistas fue cargar las tintas en sus ataques a los socialistas. El consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, impulsor de los proyectos energéticos tumbados por el Parlament, afirmó ayer que ni por un momento se le ha pasado por la cabeza dimitir y dijo que Maragall 'no tiene autoridad' para reclamarle la dimisión. La tormenta, sin embargo, no ha amainado. El consejero jefe, Artur Mas, viajó ayer a las comarcas catalanas del Ebro y, tras una tensa entrevista en Tortosa con los integrantes de la plataforma contraria al trasvase de aguas del río, ante los que siguió defendiendo la necesidad de negociar el Plan Hidrológico Nacional, fue despedido entre gritos de 'traidor' y 'dimisión'.

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