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Alemania logra crecer un 3% pese al frenazo del cuarto trimestre

El Gobierno confía en que los recortes fiscales estimulen el consumo

El muy débil 1,9% interanual, sin embargo, se relativiza por el hecho de que el cuarto trimestre del año pasado contó con tres días laborales menos que el mismo periodo de 1999. Sin esta distorsión, el producto interior bruto (PIB) hubiera aumentado un 2,6%.

La Oficina Federal de Estadísticas -que dejó en el 3% el crecimiento de todo el año, uno de los mayores aumentos en los años noventa- señaló ayer que la ralentización, en buena parte, obedece a un débil consumo privado, que apenas aumentó un 0,5% interanual entre octubre y diciembre pasados. Ello se explicaría ante todo por el aumento de los precios de la gasolina y los carburantes, que, por lo visto, acabó por restar poder adquisitivo a los alemanes, según explica Hans-Jürgen Meltzer, economista de Deutsche Bank Research.

Asimismo, las sucesivas subidas de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) decretó el año pasado también quitaron liquidez a empresarios y particulares. Ello parece reflejarse también en el mediocre incremento de las inversiones en bienes de capital, que apenas crecieron un 0,7% interanual en el cuarto trimestre.

'Los datos demuestran que la coyuntura alemana este año ha partido de niveles más bajos de lo pensado', señala Meltzer. 'A este ritmo, se necesitarán fuertes incentivos para alcanzar un crecimiento del 2,5% en 2001'.

Hasta ahora, la previsión oficial del Gobierno alemán apunta hacia un 2,75%. En enero, sin embargo, el ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, insinuó por vez primera que un valor cercano al 2,6% es más probable. Algunos institutos de investigación económica y bancos privados son aún más pesimistas y apuestan por un 2,4%.

Los diversos indicadores económicos, sin embargo, distan mucho de ser unívocos. Así, los pedidos y la producción industrial continúan vigorosos al seguir beneficiándose de altos niveles de demanda desde el extranjero. También el índice de confianza empresarial Ifo volvió a aumentar en enero, por vez primera en siete meses.

Asimismo, hace falta esperar qué es lo que sucederá con el consumo privado, que hasta la fecha no ha reaccionado a la reforma fiscal puesta en marcha por el Gobierno rojiverde, que este año supondrá una reducción de impuestos por 45.400 millones de marcos, 3,8 billones de pesetas. El Ministerio de Finanzas se mostró ayer confiado de que este alivio reactive la economía en los primeros meses del año.

Italia, en sentido contrario

Muy distinto ha sido el resultado ofrecido ayer por la economía italiana. El PIB creció un 2,9% en 2000, respecto al año anterior, el mayor incremento desde hace un lustro, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

El consumo de los hogares registró un aumento del 2,9%, con una subida del 10,2% en las exportaciones y un 6,1% de aumento en las inversiones a lo largo del año 2000.

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