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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Rebaja oportuna

Sin esperar a la reunión de final de mes de su órgano de decisión habitual, la Reserva Federal (Fed) redujo ayer por sorpresa en medio punto el nivel objetivo de sus tipos de interés, la referencia básica del precio del dinero en el mercado a muy corto plazo, y en un cuarto de punto la tasa de descuento a los bancos comerciales. De esta forma se sitúan en el 6% y el 5,75%, respectivamente. El momento y el alcance de la rebaja responde a la sensibilidad ante la marcada desaceleración de la economía de EE UU. Dada la confortable estabilidad de precios, la obligación del banco central estadounidense es tratar de impedir una caída excesiva de la actividad y del empleo.

La reducción de tipos va en la dirección correcta. Que sigan otras depende no sólo de la evolución de aquella economía, sino también de las decisiones que adopte la nueva Administración. El anuncio hecho ayer por Bush de que aplicará en breve su plan de rebaja impositiva, ahora como elemento central de reactivación económica, podría ser el principal condicionante en las próximas decisiones de política monetaria. En función de la magnitud y ritmo de la reducción fiscal, la Fed podría dosificar en mayor medida sus estímulos, tratando de evitar que se sobrepongan ambas medidas expansivas.

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La economía estadounidense muestra suficientes síntomas de debilitamiento como para que hayan perdido fuerza las iniciales cautelas que el propio presidente de la Fed, Alan Greenspan, mantenía acerca de la utilización parcial del superávit presupuestario para reducir impuestos. Pero una rebaja fiscal excesiva, que sacrifique la reducción de la deuda pública, puede acabar siendo una solución de circunstancias -pan para hoy y hambre para mañana-, si no va acompañada de un aumento de la inversión privada. Y ésta se verá más animada por una reducción de las necesidades de financiación de la Administración que por una indiscriminada reducción de unos impuestos que no son excesivamente elevados. La prudencia del nuevo equipo económico de George Bush es hoy tan necesaria como el sentido de la oportunidad del presidente de la Reserva Federal: una cualidad absolutamente necesaria, que no abunda en el más próximo Banco Central Europeo.

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