_
_
_
_
_

La dracma se incorpora mañana al euro a un cambio de 340,75

Mañana miércoles se incorporará otra nueva moneda al euro, siendo ya doce países los que han renunciado a su propia divisa en favor de la europea. La dracma griega dejará 2.600 años de existencia, y tanto los bancos griegos como la Bolsa de Atenas comenzarán a realizar sus intercambios en la moneda europea.

Con dos años de retraso respecto a los otros 11 países que conforman el euro, los ciudadanos griegos van a tener que acortar la transición desde la dracma hacia el euro. Se ha establecido un cambio fijo de 340,75 dracmas por euro, y sólo vivirá algo más de un año como moneda financiera, ya que el primer trimestre de 2002 los ciudadanos empezarán a utilizar la divisa europea como moneda física y habrá un periodo de tiempo durante el que convivirá con las monedas de los respectivos países. El cambio con la divisa española será de 2,047 dracmas por peseta.

La moneda griega ha sufrido en los últimos meses una ligera depreciación respecto al euro. Así, en abril del pasado año se cambiaba a 335,5 dracmas y actualmente se stiúa en estos 340,75 dracmas que se han fijado como cambio oficial e inamovible. Un cambio que se suma a los otros once ya existentes sobre las divisas europeas respecto al euro. Dentro de la Unión Europea (UE), británicos, daneses y suecos continúan con sus divisas y todavía no existe un calendario definido para la incorporación a este club.

Estabilidad económica

La entrada en el euro tendrá consecuencias claras para la economía griega. Con un tipo de cambio fijo e inamovible respecto al resto de monedas europeas, desaparece el riesgo de tipo de cambio. Un factor que favorece tanto los intercambios comerciales como los financieros. La ausencia de esa incertidumbre introduce, pues, una mayor estabilidad económica para la economía helena que se beneficiará de una mayor inversión directa por parte de otros inversores europeos y mundiales que tienen asegurada la paridad de su moneda y su relación respecto al euro.

También, a los inversores europeos se les abre un nuevo mercado de oportunidades ya sin el temor a perder dinero por la variación de la divisa, favoreciendo una compraventa que sólo se basa en criterios de selección de determinadas acciones o activos financieros, con una economía de tipos de interés más elevados.

Respecto a la evolución del euro que ha mejorado sustancialmente en relación con el dólar en las últimas semanas, los expertos esperan que continúe la recuperación de la divisa europea a lo largo del año. Pronostican que en el segundo trimestre del año alcance la paridad con el dólar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_