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El PP sube los impuestos en Málaga sin atender un millar de alegaciones

No hubo marcha atrás. El PP, que gobierna Málaga, aprobó ayer en solitario una subida media del 3,4% de los impuestos y tasas municipales para 2001, haciendo oídos sordos a la fuerte contestación social y vecinal. El alcalde, Francisco de la Torre, admitió la impopularidad de la medida, pero replicó las críticas de la oposición aduciendo que en ciudades como Sevilla y Córdoba, gobernadas por PSOE e IU, la subida ha sido superior. El Ayuntamiento ingresará 2.600 millones de pesetas más.

La presión impositiva para los malagueños el próximo ejercicio tiene una novedad sustancial: se elimina la tasa de basuras, que se pagaba conjuntamente con el recibo del agua. Para compensar esta merma en los ingresos, se sube el porcentaje que se aplica en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El PP afirma que la medida beneficiará a casi un 67% de los ciudadanos, que el próximo año pagarán menos de lo que han abonado en este ejercicio sumando el IBI y la tasa de basuras. Para el PSOE, sin embargo, la medida tiene trampa. De un lado, porque liberaliza el recibo del agua, para el que prevé fuertes subidas en un futuro. De otro, porque entiende que el impuesto del IBI no es progresivo y se aplica sobre un bien de primera necesidad, la vivienda. El concejal socialista José Sánchez Maldonado lo explicó de forma gráfica: "El valor de una casa no está en relación con la renta actual, sino con el dinero que la familia tuvo hace tiempo, con rentas pasadas". En el fondo de las críticas de la oposición, tanto del PSOE como de IU, está que el incremento es punto y medio superior al IPC previsto por el Gobierno para el próximo año. Ese ha sido además el argumento expresado en un total de 1.148 alegaciones vecinales y que han sido rechazadas. También se desestimaron las presentadas por la Asociación Provincial de Constructores, relativa al incremento de la tasa por obras y la de la Diputación, sobre el aumento de precio de los vertidos.

El PP, además, tuvo que escuchar en el pleno un chaparrón de críticas hacia la medida que le llovió desde las dos federaciones de asociaciones de vecinos y de la Asociación de Consumidores, al igual que desde Comisiones Obreras y UGT. Unos reproches que llevó al portavoz de IU, Rafael Rodríguez, a destacar el "aislamiento social" con el que gobierna el PP.

Tanto el concejal de Hacienda, Francisco Aguilar, como el alcalde, sostuvieron que la subida "no supera el coste de la vida en términos reales".

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