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Montilla pide a Pujol que clarifique sus apoyos o adelante las elecciones

Enric Company

Los socialistas dibujaron ayer con sombríos trazos las perspectivas que a su juicio se abren ante el inmediato futuro del Gobierno de Jordi Pujol, a quien pidieron que "clarifique" sus apoyos parlamentarios o que convoque elecciones. El primer secretario del partido, José Montilla, destacó que a estas alturas nadie sabe todavía con que mayoría parlamentaria van a aprobarse los presupuestos de la Generalitat para el año 2001. Todo apunta, señaló Montilla en una conferencia coloquio en Tribuna Barcelona, a que Pujol pretende seguir apoyándose a la vez en el PP y en ERC, a pesar de que ambos partidos ya le han dicho que tiene que escoger entre uno u otro. Si el presidente catalán insiste en no forjar una alianza parlamentaria sólida y en rechazar la oferta del PSC para lograr acuerdos sobre algunos problemas básicos, afirmó, la única salida es el adelanto de las elecciones. "Y yo creo que el propio Pujol no ha descartado esta opción", añadió.

Esta situación fue abordada también por la comisión ejecutiva del PSC. Miquel Iceta, portavoz del partido, explicó al término de la reunión que todo apunta a que los congresos de Convergència Democràtica (CDC) y de Unió Democràtica (UDC), convocados para las próximas semanas, "no resolverán los problemas causados por la sucesión de Pujol como líder de la coalición". Entre otras razones, advirtió, porque una vez se hayan celebrado ambos congresos, los dos aspirantes en liza, que son el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, por un lado, y el consejero de Economía, Artur Mas, por otro, "no dejarán de postularse".

Iceta afirmó que todo esto no hace más que "envenenar" las relaciones entre los dos partidos de la coalición de CiU y paralizan la acción del Gobierno de Pujol. Añadió que a ello se suma la incapacidad de Pujol para defender ante el Gobierno de José María Aznar las inversiones públicas que Cataluña necesita y su débil posición negociadora en cuestiones como la revisión de la financiación autonómica. El portavoz socialista calificó esta situación de "agonía" y dijo que "un gobernante sensato, razonable y patriota" no debiera alargarla. Su conclusión fue que ante un panorama como éste la opción no es esperar al final de la legislatura, el año 2003, sino el adelanto de las elecciones autonómicas.

La dirección del PSC examinó ayer la actuación de su grupo parlamentario en el debate de la iniciativa legislativa popular que pedía la prohibición de la incineración de residuos, en el que dos diputados, Antoni Siurana y Josep Maria Vallès, rompieron la disciplina de voto. La comisión ejecutiva respaldó la actuación del grupo y la aplicación de sanciones a los dos diputados, que han sido ya impuestas por vía reglamentaria.

El portavoz de CiU en el Parlament, Ramon Camp, se apoyó ayer en este episodio para atacar a los socialistas. "El único Gobierno que está en crisis en Cataluña es el gobierno en la sombra de Pasqual Maragall. Sin estar siquiera gobernando tienen que sancionar a algunos de sus miembros porque rompen la disciplina de voto", declaró.

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