Jiménez sale, Balducci no
La lista definitiva de participantes en la 55ª edición de la Vuelta no se supo hasta escasas horas antes de tomarse la salida en Málaga. Había dos dudas fundamentales. La primera se refería al ciclista español más controvertido, el que más filias y fobias inspira. José María Jiménez dijo "sí quiero". Tiene una dolencia en la zona derecha de la cadera como consecuencia de un atropello mientras se entrenaba hace dos semanas. La herida se le ha infectado y él asegura que ha perdido toda la forma. Pero también dice que ama a la Vuelta, porque le ha dado mucho (ganó cuatro etapas hace dos años) y que no la puede dejar ahí, en la estacada. Así que salió. Entre tanta duda, el perjudicado fue Leonardo Piepoli, el reserva al que llamó apresuradamente el Banesto. Tres aviones de ida hasta Málaga, un vistazo a los compañeros y vuelta a su casa en Italia.La otra clave estaba en manos de los inspectores de la UCI, con sus análisis de sangre. A diferencia del Giro (Berzin no pasó el control) y el Tour (donde tres corredores fueron apartados la víspera), los jueces no vetaron a nadie por exceso de hematocrito. Aunque Gabriele Balducci (Fassa Bortolo), alegó una enfermedad para ni siquiera pasar el control médico. Así, sólo 179 ciclistas salieron por la rampa de Málaga.
