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Rafael Zapatero se adentra en 'El bosque' con dibujos a punta de plata

Margot Molina

"Quiero recuperar la sencillez del buen hacer", dice Rafael Zapatero (Sevilla, 1953) poco antes de mostrar al público, casi por primera vez, una serie de delicados dibujos realizados a la técnica de punta de plata, la misma que utilizaban Leonardo, Rafael o Durero. El bosque, que se inauguró ayer en la galería La Caja China de Sevilla, recupera la imagen de Ofelia, la desgraciada novia de Hamlet, y se inspira en el espíritu evocador y mágico de El sueño de una noche de verano, ambas de Shakespeare.

"El bosque es una metáfora perfecta, porque en él tiene cabida cualquier idea. Es un espacio habitado por seres con una iconografía clásica, pero no son más que eso, iconos que me sirven para trabajar con los modelos que me interesan", explica Rafael Zapatero, que no expone en su ciudad desde 1990. El pintor, uno de los referentes de la figuración en España, produce poco y expone menos. Su proceso creativo es largo y complicado."He llegado a la conclusión de que mi obra no es artística, sino artesanal. Aquí se cuelgan óleos y dibujos, pero la exposición podría haber sido de toda la documentación que durante dos años he reunido para llegar a estas obras. Vídeos, fotografías, localizaciones, bocetos", comenta Zapatero que el año pasado se instaló en Sevilla, después de haber pasado desde 1995 casi enclaustrado en un palacete del XIX cerca de Ronda (Málaga).

Los delicados habitantes del bosque de Rafael Zapatero destilan una mezcla de perversidad e inocencia. Jóvenes con cuernos de sátiros u orejas de burro aparecen junto a su visión del amor-muerte: una joven sostiene una calavera o al dibujo de un enigmático cardo.

"Actualmente no hay una lectura profunda de nada, todo se trata de una forma superficial; tanto que se puede volver a la inocencia por exceso", apunta el artista, que tan sólo había mostrado dibujos realizados con esta técnica en la última feria de Estampa, en Madrid.

"El lápiz es un invento relativamente reciente, lo inventó el alemán Faber en el siglo XVI. Antes se dibujaba con barritas de plata sobre un papel tratado. Es un principio parecido al de pasar una moneda por una pared encalada. El color argenta de las barritas de plata se oxida con el tiempo y queda el tono ocre de los dibujos de Leonardo o Durero", comenta el artista.

Junto a los nueve dibujos, que podrán verse en La Caja China hasta el 19 de julio, la exposición incluye cinco óleos sobre tabla.

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En las pinturas, el artista presenta un bosque grisáceo, poblados de luces, y retoma la muerte de Ofelia que flota en el río, un tema que trata desde hace cinco años.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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