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Inspección en las academias privadas ante el aumento de quejas de usuarios

Las 4.000 academias privadas que hay en la región están en entredicho. La Comunidad, en colaboración con los ayuntamientos, hará hasta finales de junio una campaña de inspección para ver si el aumento de quejas en este sector, "tradicionalmente poco problemático", se corresponde con la realidad. En los últimos 16 meses, la Dirección General de Alimentación y Consumo ha recibido 369 denuncias, un 42% más que en el periodo anterior. La queja más frecuente es tener que abonar todas las mensualidades del curso cuando el alumno decide no continuar.El pasado octubre, P. S., de 21 años, contrató un curso con una academia de inglés a distancia. El precio: 25 cuotas de 11.800 pesetas mensuales, además de las 16.800 que debía abonar al recibir el material. "En noviembre, mi hijo cambió de opinión, porque estaba muy liado con la facultad, y llamé para no tener que seguir pagando. Pero me dijeron que no era posible", relata su madre. Unos meses más tarde recibió una carta de un banco comunicándole que adeudaba 44.000 pesetas. Cinco días más tarde, otra: esta vez, la deuda ascendía a 287.000, el precio total del curso. La queja de P. S. es la más frecuente de las 369 recibidas en los últimos 16 meses. Normalmente, según el director general, Juan José de Gracia, hay que abonar el curso completo, porque las condiciones incluían la financiación de todo el año con una entidad bancaria y la academia se manifiesta ajena al problema.

Periodo de reflexión

Aunque la ley hace referencia a un periodo de reflexión de siete días tras la firma del contrato, "a veces los contratos incluyen una cláusula que exime a la academia de este tema, lo que es claramente abusivo", comenta De Gracia, quien constata que las quejas en este "sector, tradicionalmente poco problemático", han aumentado un 42% respecto a los 16 meses anteriores, cuando hubo 260.

La Consejería de Economía ha emprendido una inspección en colaboración con los 26 ayuntamientos que tienen oficinas municipales de información al consumidor (OMIC). La última que realizaron fue en 1998, pero en aquella ocasión los inspectores se dirigieron sólo a las academias de enseñanza no reglada que habían acumulado gran cantidad de quejas.

El Ayuntamiento de Madrid recibió 1.893 consultas en 1999. Unas 700 eran reclamaciones. "El problema más frecuente es el tema de la financiación", dice Eduardo Acebedo, jefe de esta OMIC. Es decir, la falta de información acerca de las entidades bancarias, que los intereses son superiores a los del mercado o la no devolución del dinero porque "no les han informado de que es un pago a curso completo y que es un banco quien les está financiando", asegura.

Lucía Acuña, secretaria general de la Asociación Nacional de Centros de Enseñanza a Distancia, reconoce que ha habido un aumento de quejas y que "el 70%, sin duda, se refiere a la financiación".

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