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Socialistas e IU piden que los hospitales navarros tengan la píldora RU 486

El debate sobre el aborto se ha reabierto en Navarra tras la presentación y admisión ayer a trámite en el Parlamento foral de una moción conjunta del PSN-PSOE e Izquierda Unida. En ella se insta al Gobierno conservador de UPN a que disponga en los hospitales de la red pública del fármaco RU 486, más conocido como píldora abortiva, y a que su financiación sea asumida por el Servicio Navarro de Salud. En Navarra no se realizan abortos legales por el rechazo de los médicos a practicarlos.

La moción de los dos grupos de la izquierda exige al Gobierno de UPN que garantice "con todos los instrumentos de que disponga" la libertad del personal sanitario en el libre ejercicio de la práctica profesional ante la interrupción del embarazo en los supuestos contemplados por la ley. Finalmente, proponen la creación de un registro especial para el personal sanitario que se declare objetor de conciencia. Precisamente por este extremo, la creación del registro, que UPN estima inconstitucional, los regionalistas se opusieron a la admisión a trámite de la enmienda, mientras todo el restante espectro parlamentario apoyó la propuesta.Las exigencias de la oposición son una consecuencia del convencimiento de que no todos los profesionales sanitarios de Navarra se oponen al cumplimiento de la ley de 1985 que despenalizó tres casos de interrupción voluntaria del embarazo. En la Comunidad foral las mujeres nunca han podido acogerse a esa ley y el Gobierno regionalista hace años que prefiere sufragar los gastos derivados de los abortos legales que son practicados a mujeres navarras en clínicas de otras comunidades. El argumento para el incumplimiento de la normativa legal es siempre el mismo, que ningún médico quiere practicarlos. En el caso de la píldora RU 486, que está ya disponible en los hospitales de toda España excepto Navarra y La Rioja, las motivaciones han sido las mismas: nadie las ha pedido.

Pero el PSN e IU, al igual que EH y EA-PNV creen que la realidad es muy distinta y que detrás de esa "excusa" subyace un amplio temor de muchos profesionales a ejercer el derecho de la gestante para interrumpir su embarazo en los casos legales ante la fortísima presión de grupos ultraconservadores arraigados en la comunidad.

El consejero navarro de Salud, Santiago Cervera, ha respondido asegurando que el debate no es si se usa o no la píldora, "sino si se organiza obligatoriamente la realización de abortos en Navarra". Cervera ha indicado que el Gobierno ni ha solicitado ni ha prohibido la utilización del fármaco RU 486. "Sólo los ignorantes o los demagogos nos pueden achacar una responsabilidad en ello", ha subrayado el consejero.

Las palabras de Cervera han sido duramente contestadas por Isabel Arboniés, portavoz parlamentaria de IU, para quien la actitud de Cervera es la "huida hacia adelante" de un responsable político que mantiene "un silencio cómplice" ante el flagrante incumplimiento de una ley que atiende una "necesidad sanitaria sin cubrir en Navarra". Los portavoces del PSN e IU han recordado que UPN apoya el derecho a la objeción de conciencia de los médicos, pero "no así el derecho a la no objeción de conciencia del personal sanitario público, que no cuenta con ninguna garantía administrativa y amparo ante el ostensivo rechazo, condena y persecución de estamentos ultraconservadores en Navarra".

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