¿Dónde nos hemos desviado?
Con respecto a la petición de disculpas por parte del Papa como cabeza de la organización religiosa católica romana, algo me ha impresionado. La pregunta que al parecer se ha hecho Juan Pablo II: "¿Dónde nos hemos desviado?". Como cristiano, oro por la sinceridad de esta pregunta y el deseo de pedir disculpas por los horrores de la Inquisición, las Cruzadas, el trato a las mujeres y las discriminaciones de todo tipo a lo largo de la historia, pasada y presente.Y por mi modesta carta pudiera sugerir posibles respuestas a laPasa a la página siguienteViene de la página anterior
pregunta del Papa, oro también por que el arrepentimiento se extienda a temas como:
1.Relegar la Palabra de Dios, la Biblia, al mismo nivel que la tradición.
2.Haber establecido el papado como la piedra sobre la que se fundamenta la Iglesia, cuando la Biblia nos muestra que la Piedra es Cristo mismo (1ª Corintios, 10: 4, y 1ª Pedro, 2: 4 al 8).
3.Haber establecido el bautismo en agua como sustituto del nuevo nacimiento por fe en Jesucristo (Juan, 1: 12-13), practicando el bautismo de niños que es ajeno a la Biblia.
4.Haber creado un piélago de "mediadores y mediadoras" contra la Palabra de Dios que dice que hay un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, Hombre (1ª Timoteo, 2: 5).
5.Haber establecido la confesión oral (no hay un solo ejemplo de nadie que confiese a nadie ni se confiese con nadie en la Biblia).
6.Haber enseñado las doctrinas del purgatorio, el limbo y las indulgencias, así como el culto por los difuntos, que han originado un río de ganancias para el catolicismo romano.
7.Haber calificado como "sectas" y "herejes" a los cristianos que por obedecer a Dios y su Palabra se separaron y se separan de Roma; una secta es lo que se separa de la Palabra de Dios y se queda sólo con un "sector" de ella: lo que sirve para tratar de apoyar sus doctrinas.
8.Permitir que a los sacerdotes y al Papa mismo se les llame "padres", cuando el Señor nos ordenó: "A nadie llaméis padre sobre la Tierra".
9.No haber tomado en cuenta las palabras del Señor cuando dijo "mi reino no es de este mundo", estableciendo un "reino", un "Estado", que además ha reinado sobre los reyes de la Tierra (Apocalipsis, 17: 18).
10.Haberse considerado infalibles, cuando la historia demuestra que debe pedir disculpas por la más monstruosa relación de fallos que jamás haya cometido una organización en toda la historia de la humanidad.
Oro con amor por la sinceridad de la pregunta del Papa: "¿Dónde nos hemos desviado?".- .
