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El Valencia mereció golear al Fiorentina tras un gran partido

El árbitro anuló un gol legal a los italianos con 1-0 en el marcador

Tarde o temprano, el fútbol (el bueno, se entiende) acaba por imponerse. Y eso es lo que le sucedió finalmente al Valencia, que de dos baños que le dio al Fiorentina (uno la semana pasada en Florencia y otro ayer en Mestalla), acabó por conseguir un triunfo ampliamente merecido. El equipo de Cúper desplegó ayer un juego excelente que llegó a humillar por momentos al conjunto italiano, que otra vez puede dar las gracias a su portero, en este caso Taglialatela, de no haber salido goleado de Mestalla. Al portero y a la fortuna, otra vez de parte de los florentinos.En un ambiente extraordinario en Mestalla, el Valencia comenzó el partido como una apisonadora. Tenía ganas atrasadas de saldar una cuenta pendiente con el Fiorentina, que vino con un sistema muy definido: un 8-3, ocho defensores y tres atacantes, sin ningún atisbo de vergüenza de ello por parte de su entrenador, Giovanni Trapattoni. Farinós tomó los mandos desde el medio centro, se encargó de distribuir con sencillez y criterio al tiempo que tapaba al productor del fútbol de la Fiore, el media punta portugués Rui Costa. El conjunto de Cúper impuso su mayor calidad en el centro del campo. Enhebró un juego paciente y minucioso que, como en las últimas semanas, se quedaba colgado por la ineficacia ante el gol. Con Ilie en mal estado físico por un catarro, el grupo de Cúper adolecía de la falta de un nueve que remachara todos los centros que se vertían desde las bandas. Si acaso podría haberlo hecho Gerard, pero llegó arriba con cuentagotas. Pero abrió el encuentro. Llegando desde atrás como un avión, Gerard cabeceó a bocajarro un centro medido del Piojo, y el balón golpeó en Taglialatela, que pasaba por allí.

VALENCIA 2FIORENTINA 0

Valencia: Cañizares; Angloma, Djukic, Pellegrino, Carboni; Mendieta, Farinós, Gerard, Kily González; Ilie (Òscar, m. 53) y Claudio Piojo López.Fiorentina: Taglialatela; Repka, Pierini, Adani; Torricelli (Tarozzi, m. 74), Di Livio, Cois, Heinrich (Amoroso, m. 53); Rui Costa; Mijatovic (Balbo, m. 56) y Batistuta. Goles: 1-0. Ilie recoge un rechace tras un disparo de Carboni, y a la media vuelta con la derecha marca. 2-0. Mendieta, de penalti. Árbitro: Helmut Krug (alemán). Amonestó a Claudio López, Cois, Amoroso, Ilie y Tarozzi. Unos 40.000 espectadores en Mestalla.

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Había que armarse ciertamente de paciencia, pues el cuadro italiano nunca abandonaba la guarida, como mínimo dejaba a seis de sus hombres guardando la casa. En una de esas, el Piojo perdió los papeles, lanzó un pelotazo hacia el árbitro y vio la tarjeta que le impedirá participar la semana que viene ante el Girondins en Burdeos. El gol, de llegar, procedería de una acción llena de talento. Justo lo que le sobra a Ilie, quien, de espaldas a la portería, pescó un balón dentro del área, se revolvió en una baldosa y resolvío con un disparo raso y colocado. El cofre, por fin, estaba abierto. Tardó 124 minutos en conseguirlo. Y quizá por eso, porque le había costado tanto, al Valencia, tras el tanto, le entró el canguelo. Empujado por un público embriagado, el conjunto de Cúper actuó entonces muy precipitado.

La diferencia al descanso era mínima y se auguraba una segunda parte ciertamente cardiaca. Rui Costa, además, empezó a calentarse, lo que no dejaba de ser una amenaza. El partido se pobló de imprecisiones, de uno y otro lado. Demasiada responsabilidad. El Valencia siguió mandando, pero sin la autoridad del primer tiempo. El choque empezó a descoserse y Trapattoni recurrió a la experiencia del inteligente atacante argentino Balbo, de 33 años. Estaban actuando los dos máximos goleadores extranjeros del calcio (Balbo y Batistuta), pero fue el equipo de Cúper, sin embargo, el que apretó de nuevo. Aceleró para solventar el encuentro y el Piojo entró en una fase frenética en la que combinó acciones soberbias (dos zurdazos al larguero, uno desde la derecha y otro desde la izquierda) con fallos infantiles (solo ante Taglialatela,lanzó al pie izquierdo del meta italiano). Fue un chorreo de fútbol de los valencianos.

Al final, el Valencia las pasó canutas. Hellmut Krug anuló un gol al Fiorentina tras un libre directo por fuera de juego, en una controvertida decisión que dejó estupefactos a los italianos; posteriormente, Batistuta envió el balón al poste. Finalmente, Mendieta marcó de penalti tras un final agónico.

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