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BALONCESTO Liga ACB

El Madrid castiga al líder

El Pamesa, pese a la exhibición de Tanoka, cayó ante un rival magnífico, en el que Herreros se mostró imparable (27 puntos)

18 rebotes atrapó el Madrid por 30 del Pamesa. Pero ganó el Madrid. 25 puntos y 14 rebotes consiguió Tanoka. Pero ganó el Madrid. ¿Por qué? Que se lo pregunten a Herreros, un tipo que quizá nunca sea nombrado MVP de nada, ese título que tanto le gusta a Beard, pero que posee una virtud impagable: en su cerebro está grabado a fuego que no nay nadie mejor que él para decidir un partido. Cierto que no es cuestión de individualizar, que si Herreros estuvo enorme, lo mismo se puede decir de Alberto Angulo, o de Galilea, o de Iturbe. Pero cuando al Madrid se le iba la vida (69-70 a 10 minutos del final), el que pegó el puñetazo sobre la mesa fue Herreros.Todos los males del Madrid se diagnosticaron bajo los tableros. Ya venía Tanoka, un tipo que no olvida su despido del Madrid, con suficientes ganas como para que encima le dieran facilidades. Más que dadivoso estuvo Scott en ese aspecto. El Pamesa reinaba en ambas cocinas y al Madrid no le quedó más remedio que fiarlo todo, en ataque, a su lanzamiento lejano. Del acierto de los Albertos y de Djordjevic dependía en buen medida que el Pamesa no pusiera tierra de por medio en un visto y no visto. Y acertaron. Los primeros 20 puntos del Madrid se los repartieron entre los tres, como si lo que ocurriera bajo los aros no tuviera mayor trascendencia.

Pero la tenía. Ocho rebotes cazó el Madrid en la primera mitad por 17 del Pamesa. En el Madrid no encestaban más que sus hombres de fuera; en el Pamesa, sólo los de dentro. Le salió de miedo a Scariolo el cambio de pívots. Aparecieron en pista Iturbe y Mijailov y el Madrid, de cuando en cuando, rozó la perfección, rebotes aparte. Mijailov se pegó a Tanoka y a éste se le empezó a poner cara de pocos amigos. Iturbe cortó las alas a Hopkins y el Madrid se lanzó a la misma velocidad que Djordjevic montaba los contragolpes.

Habían alcanzado los blancos una cómoda diferencia cuando llegó el descanso (45-39). Con Rodilla, que no encestó más que dos de sus 10 lanzamientos de campo, se situó Lucio Angulo y el líder amagó con deshincharse. Más aún cuando en el arranque de la segunda mitad se produjo la espectacular resurrección de Struelens, que hizo 11 puntos en un periquete. El Madrid alcanzó una ventaja que pareció poner fin a cualquier conflicto (55-43). Mentira. Es el Pamesa un equipo que no tuerce el gesto y que sabe sobrevivir a los malos tiempos. Apareció en pista Bernie Álvarez, para hacer dos triples y lo demás lo puso Tanoka, que sacó músculo, que saludó al público. Que se vio feliz en su papel de odiado. Puso el Pamesa el marcador boca abajo (69-70) y al Madrid no le quedó más remedio que encomendarse a Herreros. Y allí voló un triple, y otro, y otro, así hasta cinco. Tanoka dejó de ser protagonista para todo el que no fuera él mismo y el Madrid acabó castigando al Pamesa, al líder, al que sólo le faltó descubrir una fórmula, si existe, para detener a Herreros.

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