Maradona da señales de mejoría

"Dios, dale otra mano", pedía ayer en portada el periódico deportivo Olé de Buenos Aires. Un día después, las noticias sobre el estado de salud de Diego Maradona eran más tranquilizadoras. El doctor Alfredo Cahe, su médico de cabecera, confirmaba que, "Dios mediante, el martes a más tardar" Maradona será trasladado desde la clínica Cantegril de Punta del Este (Uruguay) a la sala de neurología de la clínica Fleni de Buenos Aires. El cardiólogo uruguayo Frank Torres confirmaba en el parte médico que Maradona presenta "una muy notoria mejoría" de las afecciones cardiovasculares y psicomotrices de las que se le trata. "Se encuentra estable y la cardiopatía detectada está respondiendo de forma excelente al tratamiento que se le ha instituido". Maradona está bajo el efecto de sedantes pero ayer se incorporó para hablar con su esposa y recibió la visita de su madre y sus hijas.Según Cahe, "está mejor, los problemas psicomotrices desaparecieron, pero todavía tiene entre siete y ocho litros de líquido retenido. Yo regreso a Buenos Aires para preparar todo allá y, si no hay ninguna sorpresa, Dios mediante el martes a más tardar podrá ser trasladado. Después tendrá que seguir ingresado al menos unos siete u ocho días más, hasta que completemos el control exhaustivo que le vamos a realizar".

El "estado crítico y delicado" que atravesó el ex jugador que llevó a la selección argentina a ganar la Copa del Mundo en 1986, parece esta vez sí comprometer a todos, incluida la prensa, en su recuperación. Hasta Guillermo Cóppola, el segundo padre, hermano, amigo, representante de Maradona desde 1985, admitió que tendrá que dejar su lugar a otro: "Si yo soy perjudicial para el tratamiento o la recuperación de Diego, voy a ser el primero en dar un paso al costado". El hábil declarante Guillermo Cóppola, acostumbrado al trato con la prensa, pedía ayer a los periodistas que no hablen más con él y que se remitan "al médico, el abogado, la esposa y la familia".

La versión oficial de los hechos en la que insistía Cóppola, desde que Maradona comenzó a descomponerse el pasado martes al mediodía hasta que ingresó en la clínica Cantegril, quedó desmentida por las evidencias y los testimonios que se han ido conociendo. Maradona no llegó plenamente consciente ni tranquilo, "estaba como ahogado y tenía una alteración importante del ritmo cardíaco". El doctor Jorge Romero, de 29 años, diplomado hace seis meses, fue el primero en acudir a la llamada de urgencia realizada desde un cuarto del hotel Las Dunas y en comprobar que el estado de Maradona era crítico.

Los amigos que frecuentan el circulo íntimo del ex jugador advierten que "Guillermo hace lo que puede porque Diego no es un tipo fácil". Mauricio Macri, el presidente del Boca, también defendió a Cóppola: "Siempre se preocupó por ayudarlo, de ningún modo es un factor negativo en la vida de Maradona". Cóppola ya se había separado de Maradona en 1990, cuando le cedió el cargo de representante a Marcos Franchi. Poco tiempo después se le comprobaba a Maradona el primer dopaje positivo de cocaína. En 1995, después de un periodo tan tormentoso como su paso por el Sevilla, fue Franchi el que no pudo seguirle el paso a Maradona: "Le dije a Diego que me bajaba. Su vida es muy veloz y nos dimos cuenta que yo no podía mantener su ritmo". Entonces, Cóppola pasó nuevamente de amigo a representante. Ahora, abatido, preocupado, Cóppola admite que "hay cosas" que no puede controlar. El doctor Alfredo Cahe reconoce a su vez que "Diego era un adicto esporádico, pero últimamente comenzó a utilizar la cocaína con frecuencia".

Declaración ante la jueza

Antes de su traslado a Buenos Aires, el ex jugador argentino empezó a declarar ayer ante la jueza Adriana de los Santos para que se le autorice la salida del Uruguay. Los médicos autorizaron su visita a la clínica ayer, junto al fiscal Juan Bautista Gómez. Todos los involucrados ya dieron su testimonio y sólo faltaba que Maradona diga si puede identificar a la persona que le suministró la droga para su consumo. Pero no hay cargos en su contra. La policía uruguaya pidió informes a la policía federal argentina sobre los antecedentes de los amigos que acompañaron a Maradona estos días para saber si alguno de ellos había sido procesado por tráfico de drogas. En las requisas del apartamento del hotel donde se encontraba Diego y donde supuestamente consumió la droga, y en la casa del empresario Pablo Cosentino, la policía "no encontró nada", tal como lo había anticipado Guillermo Cóppola.