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Un árbitro en el punto de mira

El colegiado del Barça-Madrid arrastra una hoja de servicios en la que abundan las polémicas

Manuel Díaz Vega, 45 años, alto cargo en una sucursal bancaria de Oviedo, se va a jubilar esta temporada, al cumplir la edad reglamentaria, con la polémica como fiel compañera. Su última controversia saltó hace apenas 24 horas, en el Barça-Madrid, pero la ristra de conflictos se extiende desde hace varios años.La racha empieza en un Osasuna-Valencia (2-2, 27-9-92), en el que anula un gol al valencianista Fernando por fuera de juego de dos compañeros que corrían hacia su propio campo para evitar esa irregularidad. El borrón siguió al pitar el final del partido en una jugada en la que el meta osasunista Roberto comete una falta sobre Penev cuando éste le superaba y se iba a quedar solo ante la portería.

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Un par de meses después, el 2 de diciembre, el Comité de Competición le abre expediente por irregularidades en el acta del Celta-Sevilla (1-3) del 22 de noviembre y cuyos incidentes acabaron con la expulsión de cuatro jugadores del Celta, con hasta 21 encuentros de sanción repartidos entre ocho jugadores del equipo local y la clausura de su campo por dos encuentros. Díaz Vega no puso en el acta que recibió el Celta los insultos de sus jugadores, pero sí en la que envió a la federación.

Una de sus polémicas más sonadas llevó su osadía hasta criticar la labor técnica de un entrenador como Johan Cruyff porque cuestionó su trabajo en el Madrid-Barça (2-1, 30-1-93). El extécnico azulgrana le mando a "pitar a los infantiles". Díaz Vega se sintió herido en su amor propio y al día siguiente llamó "bocazas", "engreído", "soberbio" y añadió: "Se mea en los pantalones cuando se enfrenta al Madrid".

Casi dos años después uno y otro se volvieron a encontrar en un Barça-Valencia (1-0) y el técnico pagó la factura: expulsión por insultos, cinco partidos de sanción y 500.000 pesetas de multa. Díaz Vega recibió un "aviso" del Comité de Competición, cuyo presidente, Alfredo Flórez dijo: "Protagonizó actitudes criticables para un árbitro que incluso pueden considerarse provocación".

El seleccionador, José Antonio Camacho, cuando entrenaba al Rayo Vallecano, figura en la estadística de expulsados de Díaz Vega, en un partido en Zaragoza. "Sé que no puedo protestar", dijo entonces Camacho. "Parece que no entiende que un árbitro no tiene por qué ser protagonista. Pero se agarró al "aquí mando yo"".

Hace cinco temporadas llenó de sospechas su hoja de servicios. El Atlético de Madrid luchaba por eludir la promoción y Díaz Vega arbitró dos partidos claves para el equipo madrileño: Osasuna y Lleida, a los que ganó por 0-1 y que acabaron con polémica.

Díaz Vega no se ha librado de la acusación de recibir sobornos, aunque fue declarado inocente por la FIFA en 1997. La acusación partió de un árbitro suizo, Kurt Rothlisberger, que llegó a ser suspendidido de por vida y que acusó a Díaz Vega de dejarse comprar para favorecer a Suiza frente a Noruega en partido de la fase previa del Mundial 98.

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