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CICLISMO Vuelta a España

Olano: "Los descensos parecen más decisivos que las subidas"

Luis Gómez

La organización de la Vuelta no ha hecho todavía una evaluación de la etapa del Angliru. Tiene la impresión de que ha contado con unos excelentes índices de audiencia por televisión, pero cuenta también con muchas quejas de los equipos por el descenso de la Cobertoria, donde casi la mitad del pelotón dio con sus huesos en el suelo. Algunos directores discrepaban de la espectacularidad de la etapa ("ya decía yo que todo lo que se hablaba era un poco exagerado", decía Álvaro Pino), otros se inclinaban por el espectáculo que ha dado la etapa de los Lagos de Covadonga, mientras corredores como Tonkov o Jalabert proclamaban que les había resultado más duro y determinante el Mortirolo. Abraham Olano utilizó la ironía al respecto: "En esta Vuelta parecen que están siendo más decisivos los descensos que las subidas". Buena parte del pelotón se reponía ayer de las numerosas caídas. El recuento resultó imposible para los servicios médicos de la Vuelta, aunque el jefe de dichos servicios, Fernando Astorqui, comentaba que nunca había visto nada igual. "Personalmente, no ví muchas. Asistí a cuatro corredores y, en ese sentido, no fue una jornada especial. Pero, luego, en la meta, sí que nos encontramos con un enorme número de incidencias". José Miguel Echávarri, hizo un juego de palabras a tal efecto: "Estaban preparados con bombonas de oxígeno y realmente lo que necesitábamos era agua oxigenada". Fernando Escartín será dado de alta en tres días, tras su fractura de cúbito y de tres costillas. El pelotón agradeció ayer la proximidad de la jornada de descanso, prevista para hoy. La organización desplazó en avión a todos los corredores a Zaragoza, donde se disputará la décima etapa mañana.Las secuelas del Angliru dejaron paso a los primeros análisis. La idea inicial de la organización era la de probar la dureza del puerto y evaluar su continuidad en los próximos años. La etapa resultó rentable en audiencia, pero porque venía precedida de una enorme expectación y de una tremenda carga publicitaria. Visto el resultado deportivo, la cumbre presenta sus dudas: no dio lugar a diferencias insalvables. La organización se planteaba alternar el Angliru, en sucesivos años, con la etapa de los Lagos de Covadonga. Los Lagos ha ofrecido siempre un buen espectáculo deportivo y acarrea menos problemas de organización. Técnicamente, los directores coinciden en que la lluvia disminuyó los efectos de la jornada. "Como hubo tantas caídas, los mejores llegaron casi enteros a la base del puerto, por lo cual, teniendo en cuenta que se trata de grandes profesionales, no podía provocar muchas diferencias", concluye Álvaro Pino.

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Las críticas se centraron, sin embargo, en el descenso de la Cobertoria, conocido por sus numerosas caídas en cuantas ocasiones ha transcurrido por allí la Vuelta. Los directores demandaron que la organización evite esas situaciones de riesgo como consecuencias de carreteras en mal estado. El gran perjudicado fue Fernando Escartín, para quien ha terminado la temporada.

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