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CICLISMO Tour

La ley del pelotón acaba con Bassons 'pan y agua'

El ciclista, que denunciaba diariamente el dopaje, abandona agobiado por la presión

Carlos Arribas

Christophe Bassons no tomó la salida ayer.¿Christophe qué? Christophe Bassons. Francés de Mazamet como Jalabert. 25 años. Corre en La Française des Jeux esta temporada, aunque pasó tres años en el Festina. Iba el 97º en la general, a 1h 22m 10s de Lance Armstrong. ¿Y? Con él ya son 24 los abandonos en este Tour de la renovación, pero ninguno, ni siquiera, ayer, el del ganador del Giro, Ivan Gotti, ha causado tanto revuelo en la sala de prensa. Puede que Bassons sea un ciclista más, como hay tantos, pero en este Tour, año I tras el escándalo Festina, no era un dorsal más. Bassons, que escribía cotidianamente en Le Parisien una columna en la que se le presentaba como corredor que no se dopaba ("recordamos a nuestros lectores que Bassons corre el Tour a pan y agua"), era un símbolo de la lucha sin tregua e inmisericorde contra el dopaje emprendida por las autoridades deportivas y políticas francesas, apoyadas por una cierta prensa; una lucha con ribetes inquisitoriales que se basa en el presupuesto del ciclismo a dos velocidades, o dicho de otra forma, de que los tramposos son mayoría. Para todos ellos, Bassons era la personificación del ciclismo llamado sano.

El joven ciclista francés, que cuando el escándalo del Festina saltó a la palestra para afirmar que él nunca se había sometido al dopaje sistemático practicado en el seno de su equipo, publicó el jueves una columna en la que afirmaba que había recibido amenazas del propio Armstrong. "A 20 kilómetros de la salida se me acercó Armstrong y me dijo que no estaba bien lo que estaba diciendo sobre el dopaje y que había cosas de las que no se podía hablar.

Después de eso se quedó mudo. "Permitidme que hoy no hable", les dijo el jueves por la noche a los peridodistas de Le Parisien. Su columna, pues, no salió publicada ayer. Tampoco se arregló mucho su situación en la carrera. Siguió marginado en el pelotón, que ya lo había bautizado, como revela esta anécdota relatada por un ciclista: "Íbamos en el grupetto en la Croix de Fer, subiendo a marcha, y a Bassons no se le ocurrió otra cosa que tirar. Enseguida los italianos le empezaron a vocear, "eh, Bassons, pan y agua, ya verás cómo te vamos a dejar tirado otro día los que vamos cargados". Para la mayoría del pelotón, pues, su retirada ha sido como liberarse de un molesto divieso. "Lo que decía Bassons no era bueno ni para Madiot, su director, ni para La Française ni para el ciclismo", afirmó ayer Armstrong. "Ha sido la mafia del pelotón quien lo ha destrozado", explica un veterano periodista francés. Su compañero de equipo Stéphane Heulot explicó ayer que Bassons "no había podido soportar la presión". "Se ha pasado la noche llorando en su habitación", dijo Heulot. "Ha sido muy duro lo que se ha hecho con él". Marc Madiot, el director del equipo, se mostró conmovido e injusto ante los micrófonos de France Info. "Me sabe muy mal que se haya retirado", dijo. "Pero no ha podido aguantar la presión. La verdad es que pensé que iba a ser más fuerte en su tarea". Obvian ambos, pesos pesados del equipo francés, lo que pasó la tarde del jueves en el hotel Gil de France, en Montbrison. Cuentan testigos presenciales que Bassons, que había estado en los estudios móviles de la televisión francesa, llegó tarde, como de costumbre, al hotel. Los masajistas fueron los primeros en ponerle mala cara. También bajó tarde a cenar. Se encontró con casi todos sus compañeros levantándose de la mesa y con comentarios del tipo "hombre, nuestro ilustre compañero"; "mira, ya ha llegado el jeta". Los veteranos del equipo, Heulot, Robin, Guésdon, aprovecharon que se había roto el hielo para pedirle que cesara en su campaña. "¿No ves que desde que tú largas en el periódico no nos dejan escaparnos a ninguno del equipo?". Madiot tampoco se calló. "No puedes correr bien y hablar al mismo tiempo. Debes elegir".

Bassons se fue a la cama, pero no pudo dormir. Bassons correrá el próximo año en otro equipo. El Tour de la renovación prosigue.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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