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Enorme sorpresa y quejas por la debilidad del sistema bancario

El anuncio del acuerdo entre el Banco Santander Central Hispano y el grupo Champalimaud fue recibido ayer con enorme sorpresa en los medios financieros lusos, que no ocultaron sus críticas al empresario portugués por haber facilitado la entrada del capital español en la banca portuguesa.Precisamente, la fusión entre el Santander y el Central Hispano había desatado en Portugal una estrategia, sugerida o impulsada desde el propio Gobierno de Lisboa, para evitar la pérdida del control de su sistema financiero y, sobre todo, su caída en manos españolas.

Con el objetivo de frenar la previsible "invasión española", un tópico manido en los últimos años por parte de la prensa lusa, el secretario de Estado y Finanzas, Fernando Teixeira, explicó hace algunas semanas que una simple asociación de la banca comercial privada con la Caixa Geral de Depósitos u otras instituciones públicas con similares estatutos serviría para impedir cualquier tentativa hostil de compra. De esta forma, la banca portuguesa intentaba blindarse ante la temida entrada de capital español.

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Sin embargo ha estallado la bomba cuando las aguas parecían haberse calmado. No sólo porque el grupo Champalimaud se ha aliado con el ahora topoderoso BSCH, sino también porque los principales grupos portugueses se disputaban desde hacía tiempo el acuerdo con el viejo genio de las finanzas.

Debilidad del sistema

El presidente del Banco Espírito Santo (BES), Ricardo Espírito Santo, reconocía recientemente la debilidad del sistema financiero portugués frente al español, y sostenía que una estrategia de concentración de los grandes bancos lusos "los haría más vulnerables frente un intento hostil de compra por parte de la banca europea y, especialmente, la española".El panorama lo reflejaba expresivamente el director del Diário Económico, Sergio Figueiredo, en una de sus recientes columnas: "En realidad, parece que están todos hablando con todos (...) No es nada fácil ser banquero en Portugal en los días que corren. El cazador puede ser fácilmente cazado. Proyectos de innegable éxito pueden desmoronarse en un momento".

"Carreras profesionales llamativas y exitosas pueden sufrir contratiempos inesperados", añadía el periodista, "porque todo esto es absolutamente incontrolable. Todo esto crea enormes perplejidades, porque los acontecimientos alcanzan una tremenda volatilidad".

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