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Aprobado el derribo de dos edificios para el Museo Picasso pese a las advertencias de ilegalidad

El Consejo de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga aprobó ayer por unanimidad la concesión de las licencias de demolición de dos inmuebles aledaños al Palacio de Bellavista y que formarán parte del futuro Museo Picasso. La decisión se adoptó a pesar de que un informe de los técnicos municipales alertó de la imposibilidad de otorgar estas peticiones, al ir contra el vigente Plan Especial de Reforma Interior del Centro de Málaga. La alcaldesa, Celia Villalobos, justificó el respaldo como una "excepción" dado "el interés social de la actuación".

La aprobación de estas demoliciones cierra el último enfrentamiento que en torno al futuro Museo Picasso ha mantenido el Ayuntamiento de Málaga y la Consejería de Cultura. En el último cruce de cartas ha participado ha participado incluso Cristine Picasso, presidenta de la fundación y propietaria de la mayoría de los fondos con los que se creará el museo y que se unió a los reproches de la consejera Carmen Calvo hacia Celia Villalobos por la supuesta paralización de la concesión de estas licencias. La demolición afecta a dos inmuebles, los números 3 y 5 de la calle Postigo de San Agustín, en el centro histórico de Málaga. Las dos viviendas están incluidas dentro del Plan Especial de la Judería, un proyecto urbanístico para recuperar esta zona de la ciudad que el equipo de gobierno del PP no logró sacar adelante en el último pleno del consistorio por el rechazo de la oposición, que consideró que no recogía la mayoría de las alegaciones presentadas por particulares y afectados. Los técnicos municipales entienden que, al no aprobarse el Plan de la Judería que sí contemplaba la ampliación del museo prevista por la Consejería de Cultura, la situación de ambos inmuebles estaba recogida en el único planeamiento aprobado en la zona, el Plan Especial de Reforma Interior del Centro. Y este documento limita la concesión de licencia de demolición a que paralelamente se solicite también la de construcción del edificio que vaya a sustituir. Este requisito se estableció para impedir que el centro de la ciudad se llenara de solares vacíos. El nuevo proyecto de construcción no existía ni podía existir, ya que en el caso concreto de estos inmuebles aledaños al museo la situación se complicaba porque el plan establece que la zona está destinada a viario, por lo que resultaba imposible que allí se levantara edificio alguno. El informe de los técnicos ha permitido una salida legal para que los grupos políticos dieran el visto bueno a la actuación, interpretando que la solicitud de la Junta está prevista en el nuevo Plan de la Judería y "teniendo en cuenta la especial trascendencia de las actuaciones solicitadas por su relación con el futuro museo". Villalobos admitió la excepcionalidad de la medida aprobada. "Cualquier ciudadano podría denunciarnos por haber cometido una ilegalidad y nos pondría en un compromiso, pero estamos todos convencidos de que es una buena decisión para esta obra tan importante para Málaga", explicó. La oposición restó importancia a los problemas legales y consideró que las advertencias de los técnicos eran fundamentalmente formales y "fácilmente subsanables" en cuanto se tramite el nuevo Plan de la Judería. El portavoz del PSOE, Carlos Fajardo, indicó: "No hay motivo alguno para la polémica y la alcaldesa, con esta actitud, ha querido tener un protagonismo especial para decir que se ha tenido que recurrir a una ilegalidad porque votamos en contra de su plan para la Judería".

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