APELA CONTRA TODOS
Harto de ser infeliz, Donald Drusky, de 63 años, decidió demandar a Dios ante la justicia de Estados Unidos culpándole de no haber intervenido para remediar sus desgracias desde que le despidieron de una empresa siderúrgica hace 30 años. El ciudadano de Pensilvania pedía al Todopoderoso que le restituyera la juventud, le diera dotes de guitarrista, resucitara a su madre y a la paloma que fue su mascota. Pero no sólo Dios no le ha hecho caso, sino que el juez federal Norman Mordueun desestimó esta semana su caso por considerarlo una frivolidad. "El acusado, Dios, en su calidad de soberano del universo, no emprendió acciones disciplinarias contra los líderes de su iglesia y los de esta nación por las graves acciones que arruinaron la vida de Donald Drusky", señalaba la sentencia. Drusky además argumentaba que si Dios no se presentaba en el juicio él debería ganarlo automáticamente. Al enterarse del fallo del juez -que, por supuesto, considera injusto- afirmó que va a apelar a "instancias superiores" para ver si su queja prospera al menos contra el resto de los imputados: los ex presidentes Ronald Reagan y George Bush, las principales cadenas de televisión, los Gobiernos de los 50 Estados norteamericanos, todos los ciudadanos estadounidenses, todos los miembros del Tribunal Supremo y todos los diputados y senadores de los últimos 20 años.-
