La fundación se explica
En un escrito fechado el 26 de enero pasado el Patronato de Euskalgintza Elkarlanean Fundazioa salió al paso de las acusaciones difundidas por Paulo Iztueta y Jokin Apalategi, por considerar que se había puesto en tela de juicio su buen nombre. El patronato afirma que la nueva entidad cierra un ciclo y abre otro nuevo. Añade que los socios gestores que han impulsado la fundación -Marijose Irizar, los hermanos Jon, Goio y Xanti Jaka, Joxemari e Iñaki Sors y José Ignacio Lizarraga- han tenido siempre presente que los beneficios de todas las empresas que han creado y gestionado se revertirían en iniciativas en favor de la cultura vasca. "No serían, por tanto, patrimonializados individualmente", se precisa en el documento. En palabras del patronato, la fórmula jurídica de la fundación garantiza y refuerza esa filosofía de trabajo. La nota asegura que la decisión se adoptó por parte de los socios de forma unánime, incluidos quienes ahora muestran su desacuerdo, en una asamblea general de Elkar celebrada el marzo de 1996. "De aquí en adelante, la fundación es el propietario único de todas las empresas. De ese modo, el poder de decisión queda fuera de la autoridad personal", se indica en la nota. Las metas de quienes se han internado por lo que el patronato de la fundación denomina "juego sucio" no serían otras que insultar con idea de causar daño a sus impulsores y crear problemas a la propia entidad.
