Un bofetón que desata acusaciones de discriminación arbitral
Las imágenes de televisión despejaron cualquier duda. El jugador del Villarreal Óscar Téllez propinó un bofetón a Mijatovic en el partido que el sábado jugó el Villarreal en su campo ante el Madrid (0-2). El árbitro, el biólogo aragonés Arturo Daudén Ibáñez, zanjó el incidente con tarjeta amarilla a ambos jugadores, pero los hechos que rodearon esta jugada fueron la gota que colmó el vaso de las críticas de los hombres del equipo local al colegiado.Los incidentes se produjeron en el m.44. Mijatovic, con el balón, es acosado por Téllez que, tras ser desbordado, le propina un manotazo intencionado en el rostro al jugador madridista. Fue la primera tarjeta amarilla de Téllez, que, unida a una segunda en el minuto 52, le llevó a los vestuarios expulsado. El Villarreal jugó casi todo el segundo tiempo con un hombre menos, periodo en el que el Madrid metió los dos goles.
Téllez, pese a reconocer después del partido que mereció la expulsión por su bofetón a Mijatovic, criticó el doble rasero del árbitro. "La diferencia está en que yo soy Téllez y no Mijatovic y, además, no juego en el Madrid. Mijatovic, en esa jugada, me ha llamado hijo de puta por tres veces en las narices del árbitro y éste ni se ha inmutado. Me gustaría saber lo que hubiera hecho el colegiado si soy yo el que dice esos insultos. Está clara la diferencia entre un grande y un pequeño".
El árbitro no ha querido hablar de este asunto. Se ha escudado en las instrucciones de sus dirigentes que les prohíben comentar detalles de los partidos.
