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Tribuna:Verano 98Andalucía de la A a la Z
Tribuna
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Quillo: De proa a popa

ILUSTRACIÓN: ALFREDOEstamos ante una de las acrobacias del idioma. Una doble operación de aplicarle una aféresis a un diminutivo, que es como mirar la palabra por el microscopio de los hábitos del lenguaje. Chiquillo es un diminutivo de chico y quillo es una aféresis de chiquillo. Una prueba de que en el habla no hay género chico, chiquillo. La aféresis es como un apócope a la inversa; es decapitar la palabra en la gullotina del ahorro para que aquélla resurja con nuevos bríos. Supresión de algún sonido al principio de un vocablo, dice el diccionario de la aféresis, que no es ninguna chiquillada. No hay por qué nombrar la casa por el tejado. Entre los casos de aféresis figura un íntimo ejercicio de búsqueda intelectual realizado por Francisco García Tortosa, catedrático de literatura Inglesa en la Universidad de Sevilla, autoridad mundial en la obra de James Joyce. Cuando estaba traduciendo el Finnegans Wake se encontró con una aféresis del escritor dublinés, que escribía dama por madama. En la traducción, García Tortosa utilizó el vocablo ñora por señora: era fiel al original y de paso homenajeaba en una edición para bibliófilos y joyceanos a los habitantes murcianos de La Ñora, su pueblo natal. Quillo es un singular tratamiento que implica sorpresa o admonición. Es equivalente a expresiones como Chaval, Muchacho, Niño, Picha (genuinamente gaditana). Es una palabra que lleva la interjección incorporada y va dentro del precio fonético. Es también gentilicio popular de los nacidos en San Fernando, tierra de marinos y chirigoteros. Quillos serían en esta segunda acepción Camarón de la Isla, el cardenal Spínola, el periodista José Oneto, el escritor Manolo Barrios, el portero Superpaco o Maspapas, cuponero y virrey del Carnaval. El femenino es mucho menos frecuente, quizás por confusión con las acepciones académicas de quilla: armazón de madera o hierro que va de popa a proa de los barcos; parte saliente y afilada del esternón de las aves o la cola de algunos peces, caso del marrajo. Volando o nadando, quillo. ¿Es quilla la Niña Pastori?

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