Camacho presenta su dimisión y el Real Madrid negocia con Guus Hiddink
José Antonio Camacho dimitió ayer de su cargo, 22 días después de firmar como entrenador del Real Madrid. "No había confianza en mi proyecto, y he visto que no iba a estar a gusto", explicó. Camacho tuvo una fuerte discusión con el vicepresidente económico, Juan Onieva, en presencia del presidente, Lorenzo Sanz, y del gerente, Manuel Fernández Trigo, que intentaba imponer una cláusula a sus ayudantes por la cual ellos debían dejar sus puestos "en las mismas condiciones que él". El Madrid negocia ahora con Guus Hiddink, seleccionador holandés.
A las 14.30 horas José Antonio Camacho cerró la puerta del despacho de Lorenzo Sanz en el estadio Santiago Bernabéu y se marchó con la dimisión bajo el brazo. Tras una acalorada reunión de cerca de una hora, el técnico decidió poner punto y final a su fugaz paso por el Madrid. El primer pulso entre la directiva y Camacho acabó en ruptura.Camacho acudió al Bernabéu para ultimar algunos detalles de la pretemporada del equipo y arreglar los contratos de sus ayudantes Pepe Carcelén y Juan Carlos Lorenzana. El técnico estaba molesto porque el club intentaba que firmaran un cláusula por la cual ellos deberían irse en "las mismas condiciones" que él en caso de no cumplir la totalidad del compromiso. La semana pasada Carcelén firmó el contrato con esa cláusula, pero sin el conocimiento de Camacho que al enterarse de ello se enfureció. El Madrid le dijo a Carcelén que la cláusula ya estaba pactada con el entrenador por lo que éste decidió firmar sin más. Además, ese día Camacho estaba ilocalizable porque viajaba a Ibiza con su familia. Carcelén no dio más importancia al tema porque siempre dejó claro que regresaba al Madrid por un compromiso con su amigo Camacho.
El técnico, al conocer la cláusula que el Madrid imponía a sus ayudantes, entendió que había una "desconfianza" a su proyecto o lo que es lo mismo, el club se protegía de esta manera de pagar los contratos a Carcelén y Lorenzana en caso de despido. "Sois mis ayudantes, pero tenéis que negociar sin tener en cuenta mi futuro", les dijo.
Camacho llegó ayer al Bernabéu con el firme propósito de anular esta disposición, pero se encontró con la negativa de Onieva. La conversación se fue calentando y subiendo de tono. Ni la intervención de Lorenzo Sanz, ni la del agente del técnico, Ángel Castillo, que fue llamado urgentemente al despacho del presidente para mediar, sirvió de nada. Camacho tomó el asunto como un pulso para saber la confianza que el club tenía en su proyecto. El Madrid no cedió. Onieva argumentó que los ayudantes de Fabio Capello firmaron un contrato similar que ahorró al Madrid 80 millones y se mantuvo firme. Las voces se convirtieron en gritos y Camacho cerró la puerta del despacho de Sanz tras presentar su dimisión. Nueve días después de entrar en vigor su compromiso dejaba de ser entrenador del Madrid. Después llamó a sus ayudantes y les dijo: "Nos vamos. Más vale ponernos colorados una vez".
Camacho ha sentido desde el principio desconfianza por un sector del club que siempre tuvo dudas sobre su elección. Incluso nombrado Camacho, el Madrid ha seguido filtrando que su objetivo para el año próximo era Marcello Lippi, que finaliza contrato con el Juventus en 1999. El Madrid busca ahora a la desesperada un entrenador. El día 17 el equipo viaja a Suiza para iniciar la pretempoarada. Sanz inició ayer gestiones para contratar al seleccionador holandés Guus Hiddink, que ya estuvo en la lista del Madrid hace meses. El agente Alberto Toldrá y el representante del técnico Bayram Tutumlu se pusieron ayer en contacto con Hiddink que prepara el partido ante Croacia. "Todavía no sé nada", dijo Hiddink al ser preguntado por el asunto. "Me ilusiona seguir con la selección. El Madrid es un gran club y España mi segundo país". Hiddink intenta hacer compatibles los dos puestos y así se lo dijo ayer a los emisarios madridistas.
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