Rato provoca una caída de Telefónica en la Bolsa al anunciar una errónea bajada de tarifas
El erróneo anuncio de una rebaja de entre el 20% y el 50% en el precio de las llamadas urbanas para el próximo año, efectuado por el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, provocó un fuerte descenso de las acciones de Telefónica. En 20 minutos (de las 12.29 horas a las 12.49 horas), su valor pasó de 3.940 pesetas a 3.830, una caída del 2,79%. Posteriormente, Economía rectificó, pero Telefónica sólo recuperó 70 de esas 110 pesetas.
Todo empezó hacia las 10.45 horas. Rato participaba en la conferencia organizada por The Economist sobre el euro y explicaba, una vez más, las ventajas que para el consumidor está teniendo la política económica del, Gobierno: rebajas en las hipotecas, descenso de la factura eléctrica (...) Hasta que llegó a las telecomunicaciones y a la rebaja del recibo telefónico.El vicepresidente segundo señaló que en 1997 las tarifas nacionales descendieron el 10% y que las internacionales lo hicieron un 14%. Y anunció que, en 1998, Ias tarifas eléctricas urbanas bajarán entre un 20% y un 50%". Obviamente, no se refería a las tarifas eléctricas, sino a las telefónicas, lo que fue aclarado después por uno de sus asesores.
Este mostró las notas que le habían preparado al ministro sus servicios técnicos, según las cuales para 1998, el descenso sería de entre el 20% y el 50% en las llamadas urbanas, del 15% en las nacionales y del 12% en las internacionales. Es decir, el ministro había leído bien sus notas; lo que ocurrió es que no se detuvo a pensar en que la bajada anunciada era una barbaridad.
Cuando el espectacular anuncio del Gobierno llegó a oídos de la Bolsa, el impacto negativo fue inmediato. Entonces, la acción de la compañía, que bastante tenía con aguantar las consecuencias del pacto entre MCI y WorldCom que le deja sin aliados internacionales claros, bajaba 50 pesetas. De repente, cayó en picado. En 20 minutos, de 12,29 a 12.49 horas, descendió 110 pesetas, un 2,79%. Sobre el día anterior, la caída era del 3,9%.
A la vista de ello y del error cometido por su titular, el Ministerio de Economía difundía una nota que enmendaba la plana al propio ministro. En la rectificación -una escueta nota de 11 líneas escrita precipitadamente y repartida sobre las 13 horas en el Congreso- se recogía la reducción prevista por Telefónica y aprobada por el Gobierno: "El nuevo contexto en el que se inscribe el sector de las telecomunicaciones en España ha conseguido que en 1997 las tarifas telefónicas nacionales disminuyan un 10% y las internacionales entre un 7% y un 14%. En 1998 asistiremos a descensos del adicionales [sic] 5% en llamadas provinciales, 15% en nacionales y 12% internacionales. Por su parte, Retevisión que comenzará a prestar servicio en enero de 1998, tiene previsto operar telefonía fija con descuentos sobre telefonía del orden del 10% al 20%, como ratifica su plan de negocios".
Sobre las urbanas, que no aparecen en esa nota, Telefónica está autorizada por Fomento a subir 0,25 pesetas por minuto tres veces durante 1998 (en abril, agosto y diciembre) y la cuota de abono subirá dos veces 100 pesetas (en marzo y agosto). El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, quien se encontró con una inesperada avalancha de preguntas sobre el anuncio de Rato y sin respuestas claras antes de intervenir, recordó esa circunstancia.
La rectificación calmó los nervios. La acción se recuperó, pero no del todo. Cerró a 3.900 pesetas, 85 pesetas menos (2,14%) que el día anterior.
Ésta no es la primera vez que unas declaraciones de Rato alteran los mercados. El 9 de mayo de 1996 comentó que sería realista parar el reloj de la moneda única y provocó un fuerte descenso de la Bolsa y un súbito empeoramiento de la peseta. Entonces, rectificó inmediatamente acudiendo al Congreso. Pero, hay diferencias con lo de ayer. En aquella ocasión fue para respaldar al titular de Exteriores, Abel Matutes, quien,, en una entrevista con EL PAÍS tres días antes, había dicho: "Me parece razonable parar el reloj de la moneda única". Ayer patinó cuando quería resaltar los efectos de su política económica.
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