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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un cineasta marciano

Rodó sólo siete películas, pero su filmografía es más famosa que la de otros prolíficos cineastas. El director peor peinado de Hollywood tiene la culpa de esta póstuma celebridad: Tim Burton reivindicó hace un par de años la obra de Ed Wood, Jr. y Canal + se une hoy (a partir de las 22.30 horas) a esta canonización de la grotesca y genial figura del director más ingenuo, surrealista e infame de todos los tiempos.Salpicado de imágenes de sus alucinadas obras, el documental Ed Wood, el rey de la serie Z muestra el circo de actores grotescos, vamps sinuosas y amigos tronados de este genio del despropósito: la antipática Maila Nunni, el ciclópeo luchador Tor Johnson y el cariñoso travesti Bunny Breckinridge. Entre esta fauna sobresalía la sombra achacosa del mítico Bela Lugosi, guía espiritual de Wood, a cuyas órdenes vivió sus últimos días de gloria.

Wood, aficionado a vestirse con los jerseys y faldas de sus novias, nunca se amedrentó ante los infinitos problemas de producción de sus filmes fantásticos. Cuando no contaba con medios, los sustituía con un derroche infatigable de imaginación que hacía dudar de su salud mental. Este entusiasmo es destacado por Tim Burton en la entrevista que ilustra el programa, guinda de La noche de Ed Wood. Esta se inicia con Ed Wood, penúltima película (en blanco y negro) del director de Mars attack!, protagonizada por Johnny Depp y Martin Landau (galardonado con el Oscar al mejor secundario por este papel). A continuación se emite el especial Ed Wood, el rey de la serie Z (0.32), seguido de sus obras más representativas: Glen or Glenda (0.44) y Plan 9 from outer space (1.55).

Para quienes no conozcan a Wood, hay que advertir que no tiene parangón en los submundos del cine. Quienes ya conocían sus obras (editadas en vídeo), pueden redisfrutar su cutre humor, entre la ternura y la desfachatez. Una noche absolutamente marciana.

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