El caso de Miraflores
El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, no entiende el revuelo que se ha organizado en torno a los cambios introducidos por la Comunidad en el Plan General de Madrid.Para defender la legalidad de la actuación, Cortés recuerda que siempre se ha hecho así. Los ayuntamientos elaboran sus planes generales y la Comunidad de Madrid los aprueba con los retoques que considera necesarios en función del impacto ambiental de los proyectos que presentan los ayuntamientos, del reequilibrio territorial entre municipios y de las leyes en vigor. "Un ejemplo parecido al de Madrid, donde hemos introducido numerosas correcciones, es Miraflores de la Sierra". El Plan General de este municipio de 3.100 habitantes, mil veces más pequeño en población que Madrid, fue aprobado por la Consejería de Obras Públicas con numerosos recortes.
La Comunidad vetó la construcción de un centro comercial en el casco urbano de la localidad, prohibió la construcción de 400 viviendas en la parte alta del municipio, eliminó las casas previstas junto a la estación de tren y obligó al gobierno municipal a proteger su colonia histórica.
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