El FMI culpa a la rigidez laboral del alto déficit y el débil crecimiento europeos
ENVIADA ESPECIALLos economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzan varias advertencias a la Unión Europea (UE) en su informe semestral sobre perspectivas económicas, publicado ayer en Washington. El fondo prevé que el paro se situará este año en el viejo continente en una tasa récord y cree que es el, principal obstáculo para impulsar el crecimiento y reducir los déficit fiscales.
Si no se hace una reforma laboral en profundidad, advierten, el propio proceso de unión monetaria puede verse en peligro. Aunque el FMIentiende que la decisión para poner en marcha el euro será política, subraya que sin nuevos ajustes presupuestarios ni Alemania ni Francia cumplirán este año el requisito de déficit de Maastricht (3% del producto interior bruto).
El informe destaca que se dan las condiciones para que la UE crezca este año con más alegría y solidez. Tras cerrar 1996 con un crecimiento del 1,6%, se espera que este ejercicio el PIB comunitario se incremente un 2,6%. La fuerte reducción de los tipos de interés a corto y largo plazo, como resultado de la disminución de los déficit públicos y la caída de la inflación, y la fuerte depreciación de las divisas de Europa continental frente al dólar (cerca de un 30% en dos años), con el consiguiente aumento de la competitividad de sus exportaciones, sientan las bases para que se produzca la recuperación.
Una recuperación que permitirá a Europa contribuir a la expansión que el FMI augura en todas las regiones del mundo. Para los países desarrollados, pronostica un crecimiento del 2,7% en 1997 y 1998. Las nuevas economías industrializadas de Asia crecerán a tasas del 5,7% y 6,1% cada uno de esos ejercicios. Latinoamérica, un 4,4% y un 5,1%, respectivamente. Las economías en transición (antiguo bloque comunista), un 3% y un 4,8%. Y Africa, un 4,75% y un 4,8%.
La inflación, además, se ha reducido espectacularmente en la mayoría de los países. Este optimista panorama no está exento de riesgos. Entre los más destacables, los economistas del FMI, como viene siendo habitual en los últimos informes, señalan la rigidez de los mercados laborales europeos y las "generosas" prestaciones sociales como las principales amenazas al crecimiento y la estabilidad presupuestaria en el continente. "En la mayoría de la Unión Europea,- el paro ha continuado subiendo hasta nuevos máximos desde la Il Guerra Mundial, y ni las perspectivas de crecimiento ni las tímidas reformas laborales permiten augurar una reducción significativa del desempleo en un futuro próximo", señalan.
En su opinión, el elevado desempleo y el débil crecimiento de la UE pueden dificultar en algunos Estados miembros el cumplimiento de los objetivos fiscales asociados con los planes de unión monetaria, modificar las expectativas de éxito de la moneda única y desatar fuertes turbulencias en los mercados financieros.
