Lorenzo Sanz, contra Simeone
Se presentó Lorenzo Sanz en la Ciudad Deportiva. Y lo hizo, ondeando la bandera blanca, en son de paz. Dijo que todos, incluido él mismo, debían reflexionar para evitar la crispación. Aseguró que los árbitros merecían toda la ayuda posible. "El Madrid" dijo "no quiere entrar en ninguina guerra. Siempre habrá fallos de los árbitro. No se equivocan apostan, pero salen presionados. Cuando pitan un penalti piensan en lo que se va a decir después. Hay que ayudarles".
Pero Sanz olvidó de golpe ese tono conciliador. Ocurrió cuando se le preguntó por Simeone, que había dicho que el árbitro del Madrid-Oviedo fa vorecería a los blancos. Ahí pasó mejor vida el comedimiento del presidente: "Lo que tiene que hacer Simeone es jugar al fútbol e intentar no lesionar a nadie". Y ya puestos, Sanz mandó otro mensaje con destino a Barcelona: "Cuando el Barça no gana hay lío. Están obsesionados. Yo en cambio duermo feliz. Pasan las jornadas y siguen a seis puntos".
