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La economía francesa crece un 1,2%, frente al 0,7% previsto

Enric González

La economía francesa registró un fuerte crecimiento en el primer trimestre: de este año. El Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 1,2%, frente al 0,4% negativo del último trimestre de 1995 y frente al 0,7% que había previsto el Ministerio de Finanzas. Pero el dato es engañoso y no mejora, en cualquier caso, las malas perspectivas para 1996, porque recoge la recuperación producida tras la inactividad que las huelgas generales provocaron a finales del año pasado.Los analistas del Instituto de Estadísticas Económicas (IEE), que elaboran el cuadro macroeconómico para el Ministerio de Finanzas, reconocen en su informe de ayer que en enero y febrero se produjo un movimiento de recuperación del tiempo perdido por parte de empresas y consumidores, tras la inactividad forzosa de las huelgas de noviembre y diciembre. Las ventas de automóviles, por ejemplo, crecieron un 19,7%. Tras este fenómeno atípico, la economía francesa volvió a languidecer a partir de marzo.

Otro elemento que intensificó la actividad económica fue el inusual número de días laborables en el primer trimestre. El IEE cuantifica en un 0,5% el efecto del calendario, con el que no contaban las previsiones oficiales. El Gobierno esperaba un crecimiento del 0,7%, que se hubiera cumplido con exactitud de no ser por el empujón de la escasez de festivos.

Después de la animación de enero y febrero, en marzo se volvió al práctico estancamiento que caracterizó la casi totalidad del año pasado. El consumo bajó un 1,3% y un 1,4% en abril, y la actividad industrial, que se había disparado en las primeras semanas del año, cayó al mismo ritmo. Por el contrario, el ahorro se rnantuvo en alza, lo que parece demostrar la falta de confianza de lo! franceses en el futuro próximo.

A la perspectiva trazada por el, gobierno de Alain Juppé para 1,997, con un recorte de 1,7 billones de pesetas en el presupuesto y un aumento del paro a causa de la reconversión en sectores como la industria de defensa, se unen las modestísimas previsiones de crecimiento para los próximos trimestres: 0,1 % en el segundo, y, si todo va bien, 0,5% entre el tercero y el cuarto. De existir un relanzamiento económico europeo en el segundo semestre, como augura la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), éste sería tan tímido en Francia que apenas resultaría perceptible.

El Ministerio de Finanzas sigue apostando por un crecimiento del 1,3% para 1996, y espera que supere los dos puntos en 1997. El portavoz de la oposición socialista, François Hollande, vaticina por el contrario un efecto recesivo de la austeridad presupuestaria y un crecimiento similar al de este año para el año próximo. Los gabinetes de estudios bancarios coinciden en señalar como necesaria una importante rebaja de impuestos en 1997, con el fin de estimular la actividad económica y evitar que, como temen los socialistas, se mantenga el estancamiento.

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