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Un informe del CSIC detecta altos niveles de metales pesados en un vertedero de Getafe

El vertedero de Cantarranas de Abajo, sito a la altura del kilómetro 16,500 de la autovía de Andalucía, en el término municipal de.Getafe (144.600 habitantes), presenta niveles muy superiores a los permitidos por la legislación vigente en metales pesados tan peligrosos como el cadmio, el cobre, el plomo, el níquel y el cinc. Así se desprende de un informe encargado por la asociación ecologista Cárcava al Centro de Ciencias Medioambientales, organismo adscrito al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A tenor de estos resultados, Cárcava equipara. en peligrosidad este vertedero con la incineradora de Valdemingómez. Las empresas responsables de los vertidos niegan tajantemente estos extremos. Los datos con que cuenta Cárcava sobre la concentración de metales en esta escoria de fundición son los siguientes: 5.155 miligramos por kilo de plomo, 2.250 de cinc, 1.490 de cobre, 480 de níquel y 90 de cadmio. Todas estas cifras sobrepasan con creces los topes máximos estipulados en la normativa de la Comunidad Europea. El informe del, CSIC, cuenta con el refrendo de la firma del doctor Cosín, jefe del servicio de análisis. El portavoz de la entidad ecologista, Julio Martín de Eugenio, entiende que estos residuos, depositados por las empresas siderúrgicas Aristrain y Azma, "se han convertido en un problema de salud muy grave" y exige la "paralización inmediata" de los vertidos. "Los metales pesados tienen la propiedad de ser acumulativos en los tejidos vivos", explicó, "y, puesto que por allí pasan caudales subterráneos y el arroyo Culebro, el peligro es evidente".Un portavoz de Aristrain, Blas Martín, ofreció ayer una versión completamente dispar del problema. "Me extraña que alguien tenga un informe del CSIC en este sentido", apuntó, "porque nosotros encargamos uno que determinaba la no toxicidad ni peligrosidad de los residuos". Martín subrayó que el vertedero en cuestión lleva más de 30 años funcionando con normalidad y minimizó el impacto, de la escoria de fundición. "En el País Vasco y en Europa se emplea como base en el asfaltado de carreteras", aclaró.

A Aristrain no le consta, por lo demás, que el CSIC haya tomado muestras "en una propiedad privada", y recuerda que las suyas se cogieron, en su momento, ante notario. El concejal de Medio Ambiente, Santos Vázquez, ha re querido por fax al Centro de Ciencias toda la información de que disponga sobre los vertidos.

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