_
_
_
_
_

La efímera lluvia abrirá paso a un cielo despejado durante el puente

El frente nuboso que peina estos días la Península de oeste a este es engañoso, por lo efímero. Ha causado estragos en el tráfico de ciudades poco habituadas a la lluvia, pero su efecto sobre el campo ha sido, imperceptible: las precipitaciones sólo han servido, para un riego. A partir de hoy, el cielo volverá a despejarse en el centro y el sur, para disfrute de quienes se desplacen de vacaciones durante el puente festivo.

, El observatorio más viejo de España, situado en el parque del Retiro de Madrid, apenas había recogido ayer, a lo largo de siete horas, 1,3 litros por metro cuadrado, una cantidad insignificante. "No esperamos que caigan más de 5 o 6 litros en total", decían el director del centro, Antonio Alastrué, y el jefe de predicción, José Albadalejo. El frente lluvioso desaparecerá a medio día de hoy del centro de la península y cederá el paso a un tiempo despejado, con subida de las temperaturas, para disfrute de quienes hagan puente o celebren las manifestaciones del día 1 de mayo. Ni la gente del campo ni las reservas de los pantanos se han inmutado al paso de las lluvias, sobre todo donde más falta hacen. Esta madrugada se esperaban unas gotas para salpicar el asfalto de la costa malagueña. Algo testimonial. Francisco Sánchez Gallardo, el director del observatorio de Málaga, lleva 30 años analizando el tiempo en la costa. Nunca había conocido un ciclo tan seco como el actual. No espera nada de éste ni de otros hipotéticos frentes en esta primavera o el próximo verano. Las estadísticas y su larga experiencia le dicen que en Málaga sólo llueve, en ocasiones torrencialmente, en otoño y van cinco de abstinencia.

Mejor suerte en Huelva

En el occidente andaluz, donde la sequía se acusa con más gravedad, ha habido mejor suerte. La lluvia ha suplido un riego de los que tanto se echan de menos, desde que la escasez de las reservas en los embalses han hecho prohibitivos los regadíos.

Las calzadas del recinto ferial de Sevilla y el albero de la Maestranza recibieron ayer poco más de cuatro litros por metro cuadrado, lo imprescindible para que el desfile de bestias -caballos, toros...- y carretas no esparzan el polvo a los espectadores. Poco más.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Algo mejor suerte han tenido en Huelva y la zona limítrofe con Portugal. En Alhajar habían caído, hasta media tarde de ayer 12 litros, la máxima cantidad en toda la mitad peninsular; en Grazalema, 7; en Ayamonte, 10, y en Vejer de la Frontera, 9. José Ramón Marín Domínguez, el director del centro meteorológico territorial de Sevilla, se mostraba ayer desalentado: "A media mañana el frente ya se habrá ido, no lloverá más. Para muchos cultivos llega tarde". El volumen caído aportará 40 litros al valor medio recogido hasta ahora, que sólo alcanza los 250, muy lejos del valor normal para el occidente andaluz, que se sitúa en 550 litros de media anual.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_