La sequía y el IVA provocan una subida del 0,5% en IPC de febrero y sitúan el índice anual en el 4,8%
La falta de lluvia, el aumento del IVA y de los precios oficiales de algunos servicios han provocado una subida del 0,5% en la inflación de febrero. Solamente la patata (24,3%) y el aceite (7,9%) han contribuido con tres décimas al índice general. Además de estas subidas coyunturales, el IPC. de febrero ha vuelto a dar muestras de los problemas estructurales de la economía. Si a este índice se le restan los alimentos frescos y los carburantes, la llamada inflación subyacente ha aumentado un 0,6%. Tras el dato de febrero, el índice general de los últimos 12 meses se ha olocado en el 4,8%, y el acumulado de enero y febrero en el 1,5%. El Ministerio de Economía da por prácticamente superado el efecto de la subida de impuestos en la inflación y cree que la depreciación de la peseta -un 3% desde diciembre pasado- sólo aportará dos décimas en todo el año.
Al contrario de lo que sucedió en enero, el IPC del pasado mes de febrero ha superado las previsiones. El aspecto positivo es que, como señalan fuentes del Ministerio de Economía y afirman los expertos consultados, la subida de los impuestos sobre el consumo se da prácticamente por absorbida. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, solamente algunos productos como el vestido y el calzado y los electrodomésticos habrían tirado hasta entonces de sus stocks y no habrían repercutido aún el IVA. Los cálculos de Economía son que el efecto IVA total es de medio punto: ya se han acusado dos décimas en enero y otras dos en febrero y quedaría otra más para marzo.El medio punto de subida del IPC en febrero es, sin embargo, moderada respecto de lo que ocurrió en 1992, cuando también subió el IVA, pero sólo el tipo medio. En los dos primeros meses de aquel año, con una economía a menos ritmo de crecimiento que la actual, la subida del IPC fue del 2,3%. En 1995, el aumento acumulado ha sido del 1,5%. En 1993 y en 1994, en plena crisis y sin subidas de impuestos, los meses de febrero se saldaron con cero de subida.
La otra incógnita es cuál será el efecto de la depreciación de la peseta sobre la inflación. Según cálculos del Ministerio de Economía, desde el pasado diciembre hasta ahora la moneda española ha perdido un 3% de valor, lo que tendrá una repercusión en los precios de dos décimas en todo el año.
Depreciación
De momento, este impacto aún no es visible en el índice de precios al consumo, aunque ya se ha dejado ver en los precios de algunas materias primas industriales importadas. La moderación salarial y los aumentos de productividad han contrarrestado, por el momento, ese efecto en los precios industriales que han crecido un relativamente moderado 0,3% en febrero.
El problema de ese medio punto de inflación en febrero es que, en estos momentos, los mercados financieros son cada vez más intolerantes respecto de todo aquello que no reste tensiones. Un nivel de inflación anual colocada en el 4,8% es elevado respecto del 3,5% que figura en el programa de Convergencia del Gobierno para final de año. Este dato contrasta, además, con la relativa moderación de los países de nuestro entorno.
Otro aspecto preocupante es que en la inflación de febrero han influido aspectos tanto coyunturales como estructurales. Estos últimos, medidos a través de la llamada inflación subyacente -todos los precios menos los de los alimentos frescos y los energéticos-, indican una subida del 0,6% en febrero, es decir, una décima por encima de la media general. La tasa subyacente se coloca así en el 4,8%, al mismo nivel que la inflación general, cuando en los últimos meses había conseguido ser más baja.
El grupo de productos que se supone más sujeto a oscilaciones, el de los alimentos, lleva ya varios meses instalado en una tendencia al alza bastante estable. En el mes de febrero, la patata subió un 24,3% y en el último año el aumento ha sido del 89,8%. El precio del aceite ha crecido un 7,9% en febrero y un 18,9% en el último año. La importancia de la subida de estos dos productos en el conjunto del IPC se nota en que si el índice estuviera formado solamente Flor ellos, la subida general en febrero habría sido del 0,3%. Bajó el precio del pescado (-8,8% en fébrero) y la carne de ovino (-7%). En conjunto, los alimentos han subido una media del 0,6% pero llevan acumulado un 6% en los últimos doce meses.
La vivienda, que comprende el precio de los alquileres y los gastos de conservación, calefacción, alumbrado y agua, es el grupo de productos que más subió en febrero (0,8%) y que registra la segunda tasa anual más elevada (5,7%), por detrás de los alimentos. Por debajo del índice general aumentó el transporte (0,3% en febrero), a pesar de que el transporte público interurbano, sometido a autorización oficial, subió un 1,9% en febrero, una de las subidas más altas en ese mes. En general, los servicios crecieron seis décimas y su tasa anual se encuentra en el 5,6%, también entre las más elevadas.
