Biólogos, antropólogos y sociólogos discrepan en Madrid sobre la relación entre genética y organización social
¿Puede la genética explicar el comportamiento social humano? ¿Qué es natural, qué cultural y qué biológico? Una veintena de sociólogos, biólogos, antropólogos y filósofos dirimen en Madrid sus diferencias, hasta mañana, en el simposio internacional Cerebro y sociedad, organizado por la Fundación Ramón Areces y la Década Europea del Cerebro, dependiente de la UE."La mayor parte del comportamiento humano puede explicarse con el análisis biológico" dice el estadounidense Edward Wilson, que mañana será investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense, creador de una disciplina controvertida, la sociobiología, que busca establecer la relación biología-comportamiento social de las especies, "incluida la humana".
Otro estadounidense, el antropólogo Marvin Harris, discrepa: "El estudio del cerebro indica que las variaciones biológicas son muchas menos que las basadas en la diversidad de las culturas". Harris, creador del materialismo cultural, no ve que la genética explique la mayor parte de los asuntos políticos, religiosos o culturales: "No creo que, aunque avancemos en el conocimiento del cerebro, ello llegue a iluminar la evolución del estado o los cambios de papel sexual, por ejemplo".
El tema del biólogo británico Richard Dawkins es el gen egoísta. "El mundo natural" dice, "está lleno de estructuras cuyo buen diseño les hace evolucionar por selección natural. Lo que llamo egoísmo permite al gen tener éxito sobre unidades similares rivales, y permite también explicar el altruismo que se da a nivel de la organización genética para alcanzar un fin".
Steven Lukes cree que la teoría de Wilson sobre la preponderancia de lo genético tiene algo de "metafísico, de búsqueda de la piedra filosofal". Lukes opina que conocemos ya bastante de la estructura del, cerebro, pero no de su complejidad y organización, y que sociológicamente tampoco podemos saber "por qué hay comunidades que se vuelcan en el integrismo". "Si Wilson tiene razón, tardaremos en saberlo. Me parece que no hay un solo modo, sino muchos, de explicación de lo social o lo cultural".
Para el etólogo británico Alex Kacelnik, la clave de discrepancias y acuerdos. estriba en que "todas las especies son especiales, y también la humana. Estamos aquí por nuestros genes, pero sólo lo biológico no explica el intelecto o el lenguaje".
El coordinador del simposio, José Antonio Jáuregui, teoriza que hay "una correspondencia entre sonidos, ideas y emociones" que liga cerebro y comportamiento social.
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