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El joven que dejó parapléjico a un hombre iba a velocidad indebida, además de ebrio

Paz Álvarez

Marcos M. J., de 19 años, el conductor del Peugeot 106 que arrolló el pasado sábado en Coslada (80.000 habitantes) al vehículo de Tomás Expósito, de 38 años, circulaba a una velocidad entre 100 y 125 kilómetros por hora, según consta en el informe técnico del accidente. El límite de velocidad en la avenida de Vicálvaro, donde ocurrió el accidente en el que Tomás Expósito quedó parpléjico y su hija Ana Belén, de 18 años, resultó herida leve, es de 40 kilómetros por hora. La prueba de alcoholemia, a la que la Policía Local de Coslada sometió a Marcos, dio resultado positivo.

El estudio del accidente indica que Tomás Expósito, al volante de un Renault Clio, respetó el stop del cruce de la calle de Honduras con la avenida de Vicálvaro. Eran las 2.05 horas del día 28. Su campo de visión -entre 60 y 80 metros- era más limitado que el de Marcos M. J. Tras comprobar que no había ningún coche, arrancó.El informe agrega que Marcos tenía 120 metros teóricos para reaccionar desde donde estaba situado hasta el lugar donde se produjo la colisión, pero en la práctica se reducían a 75 u 80 metros, debido a su estado de embriaguez. Marcos, que circulaba a una velocidad de entre 100 y 125 kilómetros por hora, no pudo parar. Las señales verticales de limitación de velocidad a 40 por hora están situadas 60 y 110 metros antes del punto de colisión.

El joven tampoco varió su trayectoria. Tan sólo accionó el freno de pie, pero embistió al coche de Expósito. Tras el impacto, Tomás salió despedido y quedó tendido en la acera. A pocos metros se encontraba su hija. Su coche permanecía volcado sobre el techo. El de Marcos quedó en el carril de bicis anexo a la calzada y perpendicular al eje de la carretera, después de rebasar una acera de 1,40 metros de ancho.

Sobre el asfalto quedaron las huellas de la frenada de Marcos. La de la rueda izquierda es de 32,70 metros y de 31,50 metros la de la derecha.

Además del exceso de velocidad, la capacidad de reacción de Marcos se hallaba mermada por estar bebido. La prueba de alcoholemia dio 0,7 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. El límite es de 0,4. Marcos confesé a la policía que a las nueve de la noche había tomado un mini (un litro) de whisky con coca-cola y hasta la medianoche consumió varios tercios de cerveza. Otro factor fue la inexperiencia de Marcos al volante. Hace tres meses que conduce. El joven reconoció, anteayer que iba a bastante más velocidad de la permitida, pero que controlaba sus movimientos: "Iba bastante deprisa; pero no soy ningún asesino", explicó. La esposa del hombre paralítico, María del Carmen Pando, ha dicho que desea que Marcos vaya a la cárcel. El joven declaró anteayer: "He destrozado dos familias, la del herido y la mía".

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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