Stoichkov amenaza con dejar el Barça por sentirse maltratado por Cruyff
Hristo Stoichkov mantiene su pulso con Johan Cruyff. Ayer accedió finalmente a viajar a Málaga, para disputar con el Barcelona un amistoso. Pero el delantero búlgaro sigue dolido con el técnico porque le obligó a entrenarse antes de viajar a Lisboa, donde fue galardonado por la FIFA. Stoichkov ha reiterado su amenaza de abandonar el club en Junio, aunque tiene contrato hasta 1996, si el técnico continua hostigándole. Cruyff se mostró perplejo ante la actitud del jugador: "No entiendo a qué viene tanto rollo. Hristo tiene que entrenarse porque ha estado inactivo mucho tiempo". Y añadió: "Hay que ser disciplinados, y si hay un partido hay que jugarlo"
Stoichkov abandonó ayer por la mañana Lisboa con el mismo mensaje que pronunció tras recibir los dos premios de la FIFA que le acreditan como el máximo goleador del Mundial 94, junto a Oleg Salenko, y como segundo mejor jugador de 1.994, detrás de Romario. Está dolido porque Cruyff le obligó a entrenarse un cuarto de hora y no le permitió viajar a la capital portuguesa con el resto de los premiados. Tuvo que hacerlo más tarde. El jugador tampoco oculta su malestar por la ausencia de Cruyff en la gala. Stoichkov expuso ayer, en un discurso plagado de contradicciones, su malestar con el entrenador y declaró que, llegado el caso, estaba dispuesto a dejar el club a final de temporada."Nunca he dicho que me quiera ir del Barça, porque estoy encantado de defender la camiseta azulgrana. Vienen días felices para mí y muchas tardes", comenzó diciendo. "Al final de temporada será otra cosa", matizó acto seguido. "Hay gente que tiene que hablar de estas cosas, gerentes, respresentantes..., pero hasta el 30 de junio, estaré en Barcelona. Después, si hay otro interés... Ya que se habla de tantos fichajes extranjeros, por mí bienvenidos sean. Estaré encantado. Me pueden vender como ha pasado con otros jugadores". Luego recuperó el hilo inicial de la conversación: "Me dolería abandonar Barcelona. He sido muy feliz aquí y, seguramente, por alguna tontería pueda ir a otro club. Ha pasado el tiempo en que podía marcharme. Por tanto, prefiero quedarme en Barcelona hasta el final de mi contrato".
Pese a su anuncio de que iba a descansar en su casa, por encontrarse "cansado y con molestias. en los tobillos", Stoichkov, aconsejado por su representante Josep María Minguella y otros amigos, decidió posteriormente unirse a la expedición azulgrana en el aeropuerto de El Prat de Barcelona y viajar a Málaga, para disputar por la noche un partido amistoso contra el Werder Bremen alemán. Este encuentro se juega como compensación por el fichaje de Gica Hagi.
"Soy profesional y por eso estoy aquí", manifestó para justificar su cambio de actitud, " pero a todo jugador le gusta hablar con el mister y que lo mimen. La afición me entiende perfectamente. Ya se ha notado que en estos años que vaca sagrada sólo hay una" [El búlgaro lució precisamente en Lisboa una corbata, regalo de su mujer, en la que hay las figuras de unas vacas]. "Cuando se pierde", agregó Stoichkov, "es Hristo quien pierde y cuando se gana, ganan todos. Está más claro que el agua. Estoy acostumbrado y no me afecta nada. ¡Que me dejen en paz!".
Cruyff aguantó la afrenta de Stoichkov y, sin inmutarse, replicó: "La disciplina del club está por encima de todo, y si hay un partido oficial hay que jugarlo. La gente tiene sus obligaciones y si todos los jugadores se entrenan, yo me pregunto: ¿Por qué uno, no? Hristo viajó a Lisboa, y por él, para que pudiera llegar a tiempo, hemos retrasado 30 minutos el. vuelo a MáIaga".
El técnico reiteró también su negativa a mantener una conversación con el jugador: "No tengo por qué hablar con Stoichkov. Hacía 50 o 60 días que no jugaba un partido completo, y necesita entrenarse. El premio fue el lunes por la tarde y hoy [ayer] estamos a martes". Y, luego desveló: "Además, el sábado tuve que sustituirle porque se asfixiaba. Necesita, entrenamiento, y el Barca está en una situación comprometida".
El búlgaro está dolido también por las noticias que hablan de su traspaso para poder fichar a Dennis Bergkamp. La afrenta de Stoichkov compromete el mando de Cruyff en el vestuario, puesto que es el segundo caso que se le presenta.
