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Marco supera la censura pero abre la puerta de la sucesión

El presidente del Gobierno regional aragonés, el socialista José Marco, se mostró ayer dispuesto a abandonar la jefatura del Ejecutivo pese a salir airoso, por dos votos, de la moción de censura presentada contra él por el Par.

Marco se siente acosado "hasta el infinito" por los regionalistas y, según afirmó ante el pleno de las Cortes aragonesas, su dimisión estaría únicamente pendiente de que se pueda acordar "una solución de centroizquierda". Desde el grupo parlamentario socialista se han dado ya los primeros pasos para buscar los apoyos suficientes que posibiliten el cambio en la presidencia regional.

La moción, que para prosperar necesitaba el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara, 34 diputados, contó con el voto favorable de los diputados del Par (16) y del PP (16), frente a los 30 parlamentarios socialistas y la abstención de los tres miembros, de IU y de Emilio Gomáriz (Grupo Mixto).

Marco afirmó no estar seguro de si "lo que quieren los votantes [del PSOE] y el partido en sí" es su dimisión, aunque fuentes de su equipo de Gobierno señalaron que el presidente estaría ya negociando su sustitución por otro miembro del Ejecutivo, lo que necesitaría el apoyo de Izquierda Unida y la abstención, en tercera votación, de los diputados del Par. El secretario general de este partido y candidato alternativo en la moción de censura, Emilio Eiroa afirmó estar dispuesto al diálogo.

El portavoz de Izquierda Unida en las Cortes aragonesas, Adolfo Burriel, recriminó a Marco haber incumplido los compromisos "progresistas" adquiridos para llegar al poder y le reprochó el clima de espionaje que había instalado en la comunidad.

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