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Entrevista:

"Madrid esta pensada para salir y comer"

Desde hace seis semanas, Lluís Homar recibe descargas eléctricas diarias cuando se baja el telón del teatro de la Comedia. No es que el escenario esté mal aislado ni que le hayan prescrito tratamiento de choque: se las produce la atronadora" reacción del público que va a ver Las bodas de Fígaro, la última producción del Teatre Lliure, que termina este domingo sus representaciones en Madrid. Homar de 37 años, lleva tres décadas subido a los escenarios. Dieciocho años con el Lliure.Pregunta. ¿Qué esperaba el Lliure de Madrid?

Respuesta. Era la primera vez que representábamos en un gran teatro y durante seis semanas y media una obra en castellano; para nosotros era una incógnita. La respuesta ha sido impresionante, han visto la obra más de 20.000 personas.

P. ¿Cómo expresa el público ese entusiasmo?

R. Hay un momento en que terminamos de bailar la sardana y se apagan las luces. En ese momento el teatro es un clamor. Los actores permanecemos de la mano a oscuras y notamos una corriente eléctrica que nos pasa de unos a otros.

P. ¿Repetirá en castellano?

R. El Lliure ha estado ligado a la normalización del teatro en catalán y, ése ha sido nuestro objetivo hasta ahora. Pero, después de 18 años, la situación es otra y se nos presentó la oportunidad de entrar en la red de teatros y trabajar en castellano para conectar de forma directa con el público y, desde luego, eso tendrá una continuidad.

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P. ¿Cuándo volverá a Madrid?

R. Después de esta gira nuestro objetivo prioritarío es la constructión de la nueva sede en Barcelona. En diciembre comenzamos a ensayar una nueva producción que se estrenará en marzo. De todas formas, y aunque no se cuando, volveremos.

P. ¿Qué opina del cierre e teatros?

R. Cada vez que se cierra un teatro es un desgarro, algo que no se recuperará. En Barcelona también se cierran. Pero hay un síntoma de que algo está vivo y es la creación de salas de pequeño formato, que está ocurriendo aquí y en Barcelona.

P. La compañía ha tenido problemas para construir su nueva sede ¿Se mudaría a Madrid si le ofrecieran un hueco?

R. Dejaría de ser el Lliure, porque la pretensión es crear un teatro público de la ciudad. Eso no quiere decir que si tenemos que movernos lo hagamos en gira, ya que tenemos el privilegio de llegar al público en dos lenguas.

P. ¿Su sello pierde nitidez fuera de su teatro?

R. La obra se ha cocinado ahí dentro y allí el espectador se siente como parte integrada. No es lo mismo ahora en el Teatro de la Comedia. Pero, a pesar de ser un teatro grande, tiene una relación de proximidad muy bonita.

P. ¿Ha visto algo del Festival de Otoño?

R. No he tenido tiempo porque mi único día libre es el miércoles y viajo a Barcelona para dirigir el teatro de allí.

P. ¿Qué le gusta de Madrid?

R. Tiene sus sitios objetivamente bonitos, como la plaza de Oriente o el Retiro. Me gusta lo que se respira, lo que tiene de cosmopolita, de cálido.. A pesar de su parte agresiva, esta ciudad está pensada para salir y comer.

P. ¿Qué come?

R. Mi plato favorito son los callos a la madrileña.

Las bodas de Fígaro. Compañía Teatre Lliure. Teatro de la Comedia. Príncipe, 14. última semana. Teléfono 52149 31.

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