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El paracaidista que interrumpió un campeonato de boxeo ataca de nuevo

James Miller, el paracaidista imprevisible, vuelve a las andadas. Tras la acusación por "vuelo peligroso" después de haber caído con su paracaídas de motor el pasado mes de noviembre en medio del campeonato de boxeo de los pesos pesados entre Evander Holyfield y Riddick Bowe (véase EL PAÍS del 8 de noviembre), Miller volvió el domingo pasado a sobrevolar ilegalmente el Coliseum de Los Ángeles durante un partido de fútbol americano. Los policías que interpelaron al piloto, cuyo aparato había planeado a 300 metros de altura sobre el encuentro Los Ángeles-Denver, lo identificaron enseguida como James Miller, el mismo que, ante la sorpresa general, cayó en el ring desde el aire.El domingo pasado, los policías le siguieron en coche y le detuvieron cuando aterrizó en un parque en el noroeste de la ciudad. A continuación le confiscaron su pequeño motor, algo que no se había hecho después del incidente de Las Vegas. La policía espera así que este hombre que se hace llamar Fanman (juego de palabras, ya que fan quiere decir tanto forofo como ventilador) no ataque de nuevo, aunque, sin embargo, su portavoz ha declarado que habrá que esperar hasta la Super Bowl, la final de fútbol americano prevista para el 30 de enero próximo. Miller ha sido acusado en esta ocasión de haber querido interrumpir una competición deportiva.-

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